jueves, 24 de febrero de 2011

Relato para Concurso: "Cadenas Invisibles" de Violeta


Autor: Violeta

"Cadenas Invisibles"

Muchos dicen que amor duele, otros dicen que es el odio el que verdaderamente hiere pero la verdad es que no hay mucha diferencia entre ambos. Los dos son como péndulos en una balanza, para estar bien hay que lograr el equilibrio. Aunque mucho amor sea bueno, una simple mala pasada puede sacártelo y dejarte doliendo. No hay que nada que decir sobre el odio, con mucho de él pueden pasar cosas terribles. Con tener el equilibrio por un tiempo, la vida puede resultar buena. Pero ningún humano podrá tener el equilibrio por toda su vida porque eso sería tener la vida perfecta. Y nadie en puede tener una vida perfecta. 

Corría el año 1793, la revolución francesa mantenía preocupada a toda Europa. Pero eso solo era entre los humanos y este mundo está lleno de todo tipo de criaturas mágicas desde hace millones de años. Aunque esa es otra historia que tal vez un día pueda contarles. En fin, las criaturas más poderosas, los magos, se encontraban en su apogeo. Si, los mismos magos que años más tarde se encontrarán en varias sagas de libros y en la imaginación de los niños. Pero estos magos no necesitaban varitas para hacer magia, con un simple chasquido de dedos o un guiño de ojos podían hacer cualquier hechizo de los más poderosos. Siguiendo con la historia, estos magos mantenían una vida secreta y en esos tiempos cualquier disturbio de los humanos no iba a importarles, mucho menos una guerra. Simplemente los evitaban junto con todos sus problemas. Lamentablemente hubo una humana que se involucró con mago poderoso y las cosas no resultaron buenas para ella. 

Su nombre era Josephine Weston, una humana común y corriente de 17 años que tenía una deuda pendiente con un mago, una deuda que tardaría 84 años en pagar. Pues verán Josie, como solían llamarla, fue encontrada con una herida sangrante bajo su pecho al borde de un rio y era cuestión de tiempo para que muriera. Pero en el camino apareció un hombre desconocido y ella le pidió que hiciera cualquier cosa para salvarla, lo que fuera. Este hombre a la vez era un mago, uno muy antiguo (aunque con apariencia de 20 años) y poderoso: Cormac Reginelli. Al verla se sorprendió de la belleza de la joven y se apenó de que tuviera que morir. Entonces, Cormac hizo un hechizo que ninguna persona había hecho antes: la inmortalidad humana. Desde ese día, Josie estuvo atada a este mago, pues lo que Cormac hizo fue atar su alma a su cuerpo con unas finas cadenas invisibles. No se veían porque estaban adentro de su cuerpo pero si sobresalían 6 bultos de su piel, que era donde estaban atadas estas cadenas: 2 en las uniones de cada muñeca, 2 en cada tobillo, 1 en la nuca y 1 en medio de su espalda. Pero este mago alargó las cadenas y se llevó a Josie con ella, porque ahora ella tenía que saldarle una deuda, la de su vida. Pero para que ella no escapara, Cormac ató las cadenas con un hechizo al centro de su mansión. Podía ir a cualquier habitación, al jardín o a la entrada pero si intentaba salir más allá de los 30 metros de la casa las cadenas tiraban de ella y la hacían hacia atrás. 

La eternidad es demasiado larga, pero tal vez algún día el amo me deje ir, se repetía cada día Josie. Aunque por dentro siempre le quedaba la duda si su amo era lo suficientemente bueno como para dejarla ir. Su deber para Cormac era trabajar de empleada doméstica pero, como la mansión de su amo era bastante grande, él contrataba a otras humanas como empleadas. Pero ninguna, en toda la vida de empleada de Josie, levantó sospechas de ella o de Cormac. Para ellas eran otros simples humanos. Cuando estas envejecían o, lo más normal, contraían matrimonio, se iban de la casa para nunca regresar. Por eso a nuestra protagonista nunca le gustó hacer amistades porque al pasar los años se morirían. Pero a lo largo de esos 84 años Josie nunca tuvo amigas tan confiables como la última que tuvo: Beth. Ya era 1877 y muchos disturbios de los humanos ya habían cesado. La antigua mansión de Cormac, que solía quedar muy alejada de la sociedad ahora se encontraba a las afueras de un nuevo pueblo llamado Mansfield, que todavía se encuentra en el centro de Inglaterra. La vida era tranquila en esa campo ya que no había animales que cuidar ni vegetales que cultivar. Aun así la limpieza era problema porque después de todos esos años a Josie le parecía que nunca terminaba. 

Josephine olvidó todo rastro de su anterior vida luego de su cercana muerte. Por más de que trataba, nunca podía recordar nada. Varias veces le rogó a su amo que hiciera sobre ella algún hechizo que pudiera devolverle recuerdos de su vida pasada pero él se cansó de decirle que esos hechizos no existían. Pero, quien sabe, tal vez una masa de recuerdos podían volver con solo nombre. Y una visita inesperada pudo hacerla recordar. 

Cormac no solía tener amigos porque los magos aunque no sean eternos viven por cientos de años. De todas maneras había una chica como él de la que nunca se libraría: Claire. Al igual que él, era hechicera y habían estado juntos cientos de años atrás pero su relación no funcionó y decidieron tomar caminos por separados aun así guardando una nueva amistad. Pero Claire siempre fue temperamental y nunca soportó ver a Cormac con alguien más. 

Luego de varios años se decidió a visitarlo y se encontró con Josie cuando fue abrirle. A Josephine le pareció muy familiar pero no podía recordar si la conoció en su anterior vida. Y Claire ni siquiera se esforzaba en mantener una conversación con ella, solo decía algunas frases cortantes cuando la llevaba hasta la habitación del amo. Hasta parecía que la evitaba sin razón aparente. 

Cormac se encerró en su oficina para nadie entrara y tapó el cerrojo para que nadie espiara mientras hablaba con Claire. Pero tantos años al servicio de esa mansión hicieron que Josie conociera cada detalle de ella. Su casa había sido heredada muchísimos años atrás a Cormac de parte de su padre, pero él vivía ocupado y no tenía tanto tiempo para echarle un vistazo a algunos pasadizos u habitaciones secretas. La oficina de Cormac estaba al lado del su cuarto separadas por una gruesa pared. En el cuarto había un cuadro amplio que llegaba hasta el suelo. Su marco era de oro y en él estaban tallados varios tipos de flores. Pero la principal, que era una margarita, se podía girar y hacía que el cuadro se abriera como una puerta. El espacio detrás de él era muy pequeño pero lo suficientemente amplio para que una persona como Josie pudiera entrar. Del otro lado solo había una rejilla de ventilación pero en realidad servía para ver y escuchar lo que pasaba en la oficina 

Josie se esperaba una guerra de magia entre Cormac y Claire pero su deseos fueron en vano. Claire parecía furiosa y empezó a decir que mantener Josephine viva era una mala idea y una pérdida de tiempo, que lo mejor podía hacer ahora era matarla. Pero su amo salió en su defensa y le juró a Claire que nada en el mundo podía separarlo de Josie, ni siquiera un tal Nath lo logró. 

Desde de ese día y esa frase última frase los recuerdos volvieron poco a poco para Josie. Claire se fue tan rápido como vino pero al escuchar el nombre de Nath, las cosas cambiaron para ella. Por las noches un chico de cabellos rubios como el sol y ojos levemente grises aparecía en sus sueños. A veces eran sueños dulces como cuando él la besaba bajo la sombra de un árbol sobre el atardecer que al despertarse la hacían suspirar y susurrar su nombre. O a veces eran pesadillas terribles como verlo tirado sobre el piso dolorido y agonizando diciéndole que pase lo pase ellos terminarían juntos que la hacían despertarla con lagrimas en sus ojos. Pero aun así nada podía hacerle recordar cómo ni donde conoció a Nath en su vida pasada. 

De algo estaba segura ahora, su amo le había mentido porque él si la había conocido antes de su cercana muerte. Entonces fue directo hacia Cormac pidiéndole la verdad de su vida. Él no sabía que Josephine había escuchado su conversación con Claire, pero si pensó que sus recuerdos estaban volviendo. Entonces empezó a darle respuestas incompletas como que Nath era un amigo de Josie o que ella en su otra vida había sido esposa de un hombre rico pero más allá de eso, él no sabía nada. Y aunque Josephine no creyó sus palabras nada podía hacer. Discutir con un mago no vale la pena, mas si sabes que no vas a ganar. 

Aunque si Claire pudo traer recuerdos, alguien más que la visitaría le devolvería su identidad. Una noche de tormenta, una persona encapuchada de capa negra entró a la casa. Sin decir una palabra a Josie subió hasta la oficina de Cormac y ella, tal como la otra vez, fue detrás del cuadro. Al ver por la rejilla, vio como la visitante se bajaba su capucha y mostraba la delicada cara de bella muchacha. Sus rasgos faciales eran exactamente los mismos que los del chico de sus sueños, excepto por sus ojos azules mientras que los del tal Nath eran grises. 

La muchacha ya era conocida de Cormac como Claire y él la nombró como Trina. Esta chica solo vino a presentar quejas como la anterior visitante. Primero sobre la muerte de su hermano Nath que al parecer era culpa de Cormac y después sobre que Josie aun siga viva que según ella debería estar. Pero la forma en que lo dijo fue diferente a la Claire, que lo decía con odio. Entonces esa suave voz hizo que todos sus recuerdos volvieran a ella. Pero eso no aclaraba nada, tenía un nudo de recuerdos en su cabezas que no lograba acomodar. 

Y una vez que se fue Trina, a toda velocidad corrió Josie hasta donde estaba Cormac. Ella le dijo la verdad sobre el cuadro, sus sueños y sus recuerdos y le reclamó a gritos que por primera le diga la verdad por una vez. Y él cumplió. 

Josie había tenido una buena vida antes de morir. Aunque quedo huérfana, heredó una gran fortuna de sus padres y fue criada por su tío. Al crecer, conoció a un mago del que se enamoró profundamente y él de ella: Cormac. Sí, el mismo mago de siempre que la persiguió toda su vida y con el que más tarde se comprometió. Luego, estalló la revolución francesa en la época de su boda. Y unos días antes de ella, Claire (que vivía en Paris) huyó hacia Mansfield llevando a sus dos sobrinos, Nath y Trina, para protegerlos. Pero entonces pasó lo inevitable, Cormac salió del corazón de Josie porque ahora latía para alguien más: Nath. Él era humano a pesar de tener un padre mago porque la hechicera de la descendencia resultó ser la primogénita Trina. Aunque a Josephine no le importaba lo que fuera, ahora el amor de su vida era Nath y como suspender una boda con mago es imposible y hasta arriesgado para una vida, Nath (el que también estaba enamorado de Josie) y Josephine decidieron huir. Pero aun así Cormac se enteró y presa de los celos decidió matar a Nath cuando huía. Pero su hechizo mortífero no solo le dio a él sino también a Josie. Ella no había muerto apuñalada como le habían dicho sino que murió por culpa de su ex prometido. 

Y cada palabra que dijo Cormac fue real como los recuerdos que poco a poco iban acomodándose dentro de ella. La verdad a veces llega a ser dolorosa y para algunos es mejor no decirla. Pero Josie ya estaba herida porque Nath, la única persona que al final le quedaba, estaba muerto gracias a su amo y ya no soportaba el hecho de vivir con él y trabajar para él. 

Se fue hacia al fondo del jardín donde, ya hasta cierto punto, las cadenas no la dejaban pasar. Tomó carrera y corrió mas afuera de lo que la dejaban las cadenas pero no logró salir y solo la dejaron mas dolorida. Así que corrió una y otra vez hasta que las cadenas finalmente se cortaron y la dejaron ir. Y por primera vez en su vida, Josie logró su libertad.

5 comentarios :

  1. Hola!
    Es un relato interesante y entretenido.

    Mucha suerte!! Besos!

    ResponderEliminar
  2. Un relato interesante y lindo.
    Erzengel, gracias por tu comentario. En este poco tiempo me dieron varios premios, así que por eso estoy entregándoles en tan corto tiempo.
    Con respecto a mis ánimos por suerte estoy mejor. Igual, gracias por tu preocupación y apoyo. Me hace sentir feliz y no tan sola.
    Es poco tiempo el que nos conocemos y ya te quiero.
    Muchos besos.

    ResponderEliminar
  3. ¡Hola Violeta!
    El planteamiento de la historia me ha parecido muy interesante, con un argumento bastante original (eso de las cadenas invisibles). Pero, si me aceptas un consejo,te diría que evites contar los relatos, sobre todo uno con tanto potencial, como si estuvieras dando las noticias en televisión. Debes poner un poco más de pasión, no relatar la historia igual que si leyeras la lista de la compra.
    Desde mi humilde opinión, claro.
    ¡Mucha suerte!

    ResponderEliminar

Los blogs viven de los comentarios...
Gracias por ayudar a que el mío crezca!!!