-¿Estás bien?...-preguntó Damir al ver que la chica no le respondía.
La joven lo miró por unos instantes, en silencio, como dudando.
Damir se encogió de hombros, pegó media vuelta y comenzó a caminar de nuevo...
-Espera...-gritó la chica.
Damir se encogió de hombros, pegó media vuelta y comenzó a caminar de nuevo...
-Espera...-gritó la chica.
Damir se detuvo y aguardó a que la joven se acercara a él. No le agradaba pensar que una niña andaba sola a esas horas por un sitio oscuro y lúgubre como ese...
-Yo... me llamo Milena y te estaba buscando...-dijo la joven, mirando fijamente a Damir.
Se notaba agitada, por la carrera que le había llevado llegar hasta donde él estaba, y parecia nerviosa... ansiosa, se veía ansiosa...
Damir suspiró y la miró con atención... ¿Qué precisaria esa niña de él?
-¿Sabes quién soy?- preguntó, con voz fría.
Milena negó lentamente con la cabeza.
-Entonces, no es a mí a quien necesitas- respondió con indiferencia y comenzó a caminar lentamente.
-Espera...- gritó la joven. Damir hizo oidos sordos...
-Necesito un angel...-gritó
-Puedo ver tus alas, sé lo que eres...-dijo entonces, y ante Damir se detuvo en seco, sin girar hacia Milena.
La chica sonrió, esperanzada.
-Puedo ver tus alas...- repitió.
Damir, aún de espaladas, asintió y sonrió burlonamente. Se dio vuelta y miro una vez mas a esa extraña joven que era capaz de ver lo que el era en realidad.
-¿Cómo lo haces? ¿Tienes... alguna enfermedad mental?- preguntó, tratando de sentir la anomalía que afectaba a Milena. Pero Damir no encontró nada, ninguna afección de ningún tipo... Ella parecía normal... Se sentía normal...
Milena suspiro, mirando la nada misma y sonrió.
-Nací así. Toda mi familia puede... ...ver cosas que los demás no. Crecí pensando que era normal. Durante años lo maneje fácilmente. Sabía como disimular frente a los demás. Pero cuando cumplí 16 años...- su voz se entrecorto, algún recuerdo apremiaba, tratando de robarle al menos una lagrima. Milena inspiró aire con fuerza y continuo hablando -Cuando cumplí 16 años mi don se volvió inmanejable y mis padres sólo encontraron una solución... internarme.
Damir entrecerró los ojos.
Sabia que existían humanos así, eran casos extraordinarios. Raros especimenes que podían comunicarse con el otro mundo, ese mundo donde los Ángeles eran reales, al igual que los Demonios... Y en general, eran los demonios quienes aprovechaban las capacidades de esas indefensas personas y los tentaban, los impulsaban a cometer atrocidades...
-¿Por qué tienes las alas lastimadas? Se nota que te faltan plumas, puedo ver cicatrices en ellas...- las palabras de Milena trajeron a la realidad a Damir.
-Esto... A ti no te importa...- contestó, más bien enojado y comenzó a caminar, una vez más.
-Por favor, te dije que te necesitaba- suplicó la joven, corriendo frente a Damir y tratando de frenarle el paso.
-No, necesitas un Ángel, eso dijiste. Pues bien, ya que puedes verlos, busca uno. Yo no puedo ayudarte. Tengo otras cosas que hacer... - respondió Él, desviando la mirada de aquellos ojos grises que ya mostraban signos de un próximo llanto en puerta.
-Estoy buscando un Ángel y te encontré a ti. Algo debe significar. Por favor, es importante. Necesito tu ayuda...- el ruego de Milena empezaba a calar hondo en Damir.
El muchacho de enormes alas blancas suspiro y dijo:
-Harás todo lo que diga, no cuestionaras nada y prometerás alejarte de mí en cuanto solucione tu problema, ¿entendido?
La joven comenzó a sonreír, entusiasmada, mientras asentía y hacia reverencias en señal de agradecimiento.
-Bien, deja de hacer eso. No es a mí a quien deber agradecer... Vamos, sígueme. Este sitio no es seguro para ningún humano, menos para alguien como tu.
Y diciendo esto, Damir comenzó a caminar, esta vez, en compañía de Milena, que se movía a su lado con una sonrisa dibujada en su rostro.
Caminaron por varias horas, cruzando la ciudad.
Llegaron a un barrio de clase media y entraron a un edificio de 20 pisos de alto.
-Vivo en el último piso, en el penthouse- informó el muchacho mientras entraban al ascensor.
El viaje había sido en silencio y así siguió en el ascensor.
Solo cuando entraron al apartamento Milena se atrevió a hablar.
-Bueno... ¿Vas a explicarme o no lo de tus alas?- pregunto como quien no quiere la cosa- Después de todo, yo ya te conté sobre mi capacidad...
Damir negó mientras se dirigía a la cocina por algo para comer.
-Primero tú me contaras sobre tu problema. Quiero saber porqué necesitas un Ángel con tanta urgencia. Luego, yo te contare sobre mis alas...- propuso, aunque sonaba más a orden que a propuesta.
Milena, que se había quedado en la sala de estar a la espera de que Damir regresara se acomodo en el extenso sofá que había en el centro de la sala, cerró los ojos y trató de respirar con tranquilidad.
Cuando abrió los ojos, Damir regresaba a la sala y traía consigo una bandeja con comida que dejó sobre la mesa ratona que estaba ubicada frente al sofá.
-Come algo y cuéntame sobre tu situación, luego, prometo hablarte sobre mí. Por cierto, me llamo Damir- dijo, tendiéndole la mano solemnemente.
La joven asintió con una media sonrisa en su rostro y estrechó la mano del Ángel que tenia a su lado.
Suspiró y comenzó a hablar con calma.
Algo en el fondo de su ser le hacia sentir segura.
Algo en lo mas profundo de su corazón le hacia pensar que al fin podría salvar a Noah...
Bueno.. espero les guste este capi nuevo...
ResponderEliminarBlancas sus alas, gélido su aliento traénos ese ángel caído para con él rozar el viento. Besotes
ResponderEliminarEste capitulo ha estado super!
ResponderEliminarEspero el proximo!
De Danlin, TKM!
Pd: mosqueteras al poder!
Muy..bien genial..la historia.. sigo leyendo.. en mi maratón personal
ResponderEliminarBesos....
Me encantaaaaaa Damir, lo imagino sencillamente maravilloso ^^
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