jueves, 7 de enero de 2010

Capitulo 2: Hasta que el tiempo deje de transcurrir...

Entrar a la casa de Sofía me resultó de lo más extraño...
En tantos años de existencia nunca había tenido contacto directo con los humanos de ninguna forma, a menos que estuvieran siendo manipulados por Demonios.
Esta experiencia era bien distinta...

Cuando no estaba luchando, acostumbraba regresar al mundo celestial y compartir tiempo con mis compañeros.
Muy distinto resultaba entrar a un hogar humano y compartir momentos con los mortales...
Aunque a la vista, sólo estaba Sofía.

-¿Vives sola?- pregunté, movido por la curiosidad.
- Los empleados están haciendo mandados para preparar la cena...- informó, sonriente.
- Pero, ¿y tu familia?
- No tengo familia. Mi madre murió cuando yo era bebé, me crié con mi padre y mi hermano. Mi padre, el dueño y señor de esta casa marchó a la guerra y allí perdió la vida. Mi hermano está desaparecido. La muerte de nuestro padre le afectó tanto que se fue sin decir nada. Quedé sola, como única heredera...- dijo, mirando el suelo.
La melancolía cubría a esta joven, podía sentirlo, pero su fuerza y alegría por vivir eran más fuertes...

- Pero está bien. No soy como cualquier chica... Yo sé leer, escribir. He estudiado ciencias y también manejo daga y espada muy fácilmente, cosas que el resto de la mujeres aquí no hacen, porque les está prohibido. Pero mi padre y mi hermano pensaban que lo mejor era prepararme, por sí pasaba algo y quedaba sola, como ahora...- dijo, riendo al ver la sorpresa en mi rostro.

- Y puedes ver mis...- no terminé la frase, me resultaba extraño hablar de mi naturaleza angélica con un humano, aunque fuese un humano tan abierto y dado como lo era Sofía.
- Sí, puedo ver tus alas... Mi padre me ha contado sobre ustedes, los Ángeles, también sobre los Demonios. Me dijo que había participado en peleas donde los reyes tenían Demonios como escolta, que hay gente tan ciega por el poder que es capaz de vender su alma a cambio de ganar un combate...- respondió, mirándome a los ojos.
- Eso es muy cierto- dije, sonriendo con tristeza- En este mundo el mal está causando desastres, y por eso fuimos enviados miles de Ángeles para combatir contra esa oscuridad...- mi voz se cortó de pronto, confundido al ver cómo me miraba Sofía.
-¿Estás bien?- pregunté, entrecerrando los ojos.
- Sí, sí... Sólo pensaba... Me pregunto... ¿Cómo se siente tocarlas?- inquirió, señalando mis alas.
- Oh... Pues... Si tanta curiosidad tienes, has la prueba...- respondi, encogiendome de hombros y extendiendo las alas lo suficiente como para que Sofía las tuviese al alcance de la mano.

Durante un par de minutos, el silencio reinó en la sala.
Sofía acariciaba mis alas mientras en su rostro brillaba una hermosa sonrisa.

-Es suave... Parecen hechas de algodón- dijo, maravillada.
- Gracias, supongo...- contesté devolviéndole la sonrisa.

Empujado por la información que me había dado, quise saber más:
- Dijiste que en algunas batallas hay Demonios... ¿Éste reino está en guerra? ¿Puedo unirme a la lucha? Realmente me interesaría hacerlo...
Sofía se lo pensó un momento y luego respondió:
- Sí, una guerra muy violenta, contra otros dos reinos que se aliaron para dominar toda la zona. Creo que seguramente haya Demonios implicados en la pelea...
Asentí, sonriendo.
- Pero... Para pelear debes ofrecer tus servicios al rey... ¿Sabes manejar la espada? ¿Sabes cabalgar?- preguntó seriamente.
-No- respondí, negando con la cabeza- No necesito armas, tengo con qué defenderme, mis poderes alcanzan...

Sofía me miró por varios instantes en silencio, como deliberando sobre algo...
-Bien, pero no puedes presentarte y decir, "hola, soy un Ángel". Entonces... Deberé entrenarte. Te enseñaré todo cuanto sé- prometió, sonriendo.

Me resultaba raro todo esto... Y pregunté:
-¿Qué te impulsa? ¿Por qué quieres ayudarme? ¿Qué esperas a cambio?...
-Bueno, lo hago porque quiero... Sólo pido que me lleves contigo...
-Eso es imposible- repuse.
-No, no es imposible... Si me corto el cabello y actúo como hombre, si me presentas como tu ayudante, no es imposible en absoluto...

Tomé aire varias veces...
Era una locura aceptar su pedido. Pero necesitaba su ayuda.
Sí, era un locura aceptar, pero... Era posible...

-¿Por qué quieres ir a la guerra?- pregunté entonces, tratando de ver si su respuesta colaboraba con mi decisión.
-Como te dije, mi hermano está desaparecido. Ante los ojos del rey, mi hermano es un descertor y eso se paga con la muerte, además, mi casa quedaría marcada como traidora. Pero si yo me presento como si fuera mi hermano y voy a la guerra, el nombre de mi familia no caerá en deshonra y mi hermano no sufrirá la pena de muerte...- explicó, mirando nuevamente al suelo.

Suspiré.
-Vale, enséñame todo lo que sabes y yo te tomaré como ayudante, Sofía...- dije, aceptando su pedido.
La joven saltó de su asiento, emocionada. Pero luego se detuvo y me miró fijamente.
-Gracias. Pero debes aprender a llamarme Agustín. Ése es el nombre de mi hermano... Por cierto, ¿Cómo te llamas?- preguntó, curiosa.
Sonreí y le tendí mi mano diciendo:
-Hola, Agustín. Yo soy Erzengel...
Ella devolvió el saludo, amistosa.
-Lindo nombre... Significa Arcángel en alemán, ¿verdad?
Asentí.
-Bueno, debemos buscarte otro nombre, menos llamativo...- agregó- Me gusta Nicolás, ¿y a ti?...
-Me agrada- coincidí- Entonces, es un trato, Agustín...
-Sí, Nicolás, tenemos un trato...

Y así cerré la promesa.
Durante varios meses Sofía-Nicolás fue mi instructora y me enseñó todo cuanto sabía.
Al mismo tiempo, la amistad entre ambos creció y se fortaleció. Yo era su confesor, ella me confiaba todos sus secretos... Y ella era mi primer amiga humana, el primer ser no celestial en quién confiaba...
Los días se sucedían uno tras otro, repletos de entrenamientos y también con buenos recesos para descansar y conversar sobre los más variados temas.
Hasta que una mañana, al amanecer, me despertó sonriendo.

-Vamos dormilon, arriba... Hoy es el gran día. El rey está reclutando caballeros, es el momento, tu oportunidad...- dijo, contenta.
Salté de la cama en un santiamen y me vesti velozmente.
Desayunamos poco y nada, nerviosos como estábamos por el viaje y partimos hacia el castillo del rey...

4 comentarios :

  1. Con cariño...
    Danlin, tu descubriste quien era el protagonista... esta capirulo va para ti...

    leO, espero que al leer esto, tambien veas que, aparte de Damir, Erzengel tiene lo suyo... y son amigo ;)

    Espero les guste...
    Dejen comentario...

    Besotes!!!!

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  2. Bueno...!

    Esta muy bueno! jaja

    Claro que descubri quien era el prota, porque yo ,ya desde el principio que pensaba que ibas a poner la historia de Erzengel pero pusiste la de Damir, asique , tarde o temprano tenia que salir la historia del propia autor ( autora XD)

    En fin, continua please.

    De Danlin, TKM!

    Pd : MAP!

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  3. aH! hoy acabo de leer tu historia y simplemnete me ha encantado, esperto el proximo capitulo y te sigo
    un blog simplemnete genial
    bss!

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  4. hi hi..
    wii si mi gusto jaja
    pero Damir es Damir jeje
    pero si Erzengel tiene unos cuantos puntos jeje
    spero el prox capi
    okizz besotes con baba
    bye

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Gracias por ayudar a que el mío crezca!!!