Capitulo 8: Hasta que el tiempo deje de transcurrir...

Desde la muerte de Sofía viví siempre igual...
Deambulando, matando Demonios a diestra y siniestra...

Y cada tanto, encontrándome con Damir...

Damir... él y Sasha siempre me habían dado todo su apoyo... me acompañaron y mucho con toda esta situación... aunque ninguno de los dos sabia de Sofía...

Ellos, como los demás Ángeles, creían que yo sufría por el desplante de Selene...



Gabriel había sido buen amigo al guardarse en secreto la verdad de mis penas...

Damir... él siempre estaba y yo siempre había estado para él... y cuando perdió a Sasha, traté de acompañarlo... Conocía bien a Damir... él era de esos que se guardaban todo, le costaba mostrar su dolor, no le gustaba sentirse débil...

Pero aún así, Damir había venido a mi casa con Milena y me había contado todo... el problema de Noah... y el de Sasha...

Damir se había abierto, al fin comenzaba a hacerlo...

¿Y si yo me abría? ¿Y si contaba de una vez la verdadera razón por la que había perdido las alas?

Damir merecía mi confianza... y yo necesitaba liberar todas estas angustias...



Di vueltas y vueltas en torno al teléfono, hasta que me animé y llamé...

-¿Hola?- preguntó Damir al atender.
-Hola, hermano, disculpa la hora...- sí, era muy tarde, pero realmente me urgía hablarle- ¿Podemos hablar?...- casi suplicaba.
-Eh...- por un momento, pensé que se negaría, o tal vez estaba ocupado con Milena, pero rápidamente dijo:
-Claro, ¿ahora te parece bien?.

Eso me llenó de alivio y alegría...
-Sí, te espero en casa.- dije, ansioso.
-En unos minutos estoy ahí...- repuso Damir y colgó.

Bien... solo era cuestión de tiempo... pronto, al fin, podría contar mi verdad...

Sofía... cuánto la extrañaba... Me hacía falta, tanta falta....