Capitulo 9: Batir de Alas...

Damir empezó a caminar por la fría acera iluminada por un simple farol.
Todo lo que él pensaba, sentía o vivía, de pronto se había desvanecido...

Sus pensamientos corrían a mil por hora, repasando las palabras de Erzengel una y otra y otra vez...

Tenía poco tiempo, tan poco tiempo... Cuando la última pluma de Sasha fuese reemplazada por escamas, ya no habría retorno.
El propio Damir había pensado en eso miles de veces. Pero escucharlo de boca de Erzengel, oír la verdad de labios de un Primer Nacido era distinto... Sonaba a sentencia. Sentencia de la cual debía salvar a Sasha...

Damir suspiró. Como si así pudiese desprenderse de tanta angustia.
Él, que nunca quería mostrarse débil.
Él, que pensaba que sólo debía luchar por erradicar el mal y salvar a los humanos.
Él, que había destruido a miles de Demonios sólo con sus manos.
Él, Damir, ahora no veía forma posible de quitarse de encima todo ese dolor...

No debía estar así. Tenía que ser fuerte...

Su amor por Sasha lo hacia vulnerable. Sasha lo convertía en alguien vulnerable...
Ella era su talón de aquiles y seguramente, la misma Sasha sería quién lo matase cuando llegase el momento.

Damir sacudió su cabeza hacia un lado y hacia el otro...
"vamos, Damir, piensa..." se dijo a sí mismo, "Aceptalo, digiérelo y sigue adelante..."

El tiempo transcurrió velozmente. Ya estaba a punto de amanecer.
Volando, Damir había llegado hasta la otra punta de la ciudad, mientras pensaba en cómo actuar y salvar, a la vez, a Noah.

Los primeros rayos de sol, lejanos, se dejaron ver en el acantilado donde se había refugiado Damir para pensar.
Poco a poco, la luz comenzó a contornear las formas de las rocas que había en el lugar.

Los recuerdos del último amanecer junto a Sasha golpearon a Damir. El Ángel entrecerró los ojos, dejándose llevar por sus memorias...
Una sonrisa. Una mirada profunda de unos hermosos ojos de color violeta. Una voz melodiosa y vibrante.
Y una frase: "Cuando alguien amenaza con cometer un crimen, no desea hacerlo; todo lo contrario, busca que lo salven..."
Sasha se lo había dicho unos días antes del último combate, defendiendo a un suicida. Ella pensaba que si alguien deseaba matarse, lo hacia y listo. No daba a enterar a otros. Darlo a conocer era pedir ayuda de forma inconciente...

Damir sonrió.
Nunca lo había pensado de ese modo...

¿Y si Sasha sabía de su existencia? ¿y si estaba al tanto de que Damir había regresado al mundo? Entonces, los crímenes que estaba cometiendo eran sólo una forma de llamar la atención... Su atención... ¿quién mejor que él para descubrir las señales de Sasha?

La sonrisa en el rostro del Ángel creció aún más...
Sí. La actitud de Sasha era una forma de pedirle ayuda... Ella debía de verse acorralada de alguna forma y estaba pidiendo auxilio de una forma brutal y sangrienta, pero era un grito de socorro al fin.

"Bien... La salvaré. Aunque deba matarle, la salvaré..." pensó Damir, satisfecho por haber tomado una decisión de forma tan rápida.
Matar a Sasha no era algo tan malo... Ella volvería al cielo y allí purgaría todos sus pecados y luego, en algún momento, regresaría a la luz...

Suspiró y miró el cielo. La mañana se había elevado ya...
Era hora de regresar.
Hora de hablar con Milena y contarle todo sobre su pasado de una vez y por todas...

Damir emprendió vuelo.
Con un leve batir de alas, Milena le escuchó regresar.
Erzengel abrió la puerta antes de que Damir pisara el suelo siquiera.

-Mmm... Veo que te has decidido- murmuró Erzengel, mientras abrazaba a su amigo.
-Sí, así es...- repuso Damir, sonriendo- Milena, volvamos a casa, debemos hablar. Hermano, seguiremos en contacto...
-Ni lo dudes... Ya tendrás noticias mías- prometió Erzengel.
-Bien... Vamos, Milena...
La joven asintió, saludó a Erzengel y comenzó a caminar junto a Damir, ansiosa por escuchar su historia...