miércoles, 24 de febrero de 2010

Capitulo 15: Batir de Alas...

Damir y Erzengel emprendieron Camino...
Se sentían emocionados, ansiosos... Hacía tiempo que no luchaban juntos, a la par y la expectativa de la pelea les dibujaba una sonrisa en el rostro...
Damir, que no acostumbraba a mostrar sus sentimientos ante nadie, sonreía como un niño con juguete nuevo. Este tipo de enfrentamiento le gustaba... Y más con Erzengel cerca...

Erzengel... Él, sentimental pero guerrero, sonreía también. Sabía que esta lucha no sólo significaba su regreso a su tarea como Ángel que tanto tiempo había dejado suspendida... Esta pelea bien podía devolverle su estatus perdido. A él y a Damir... Les faltaban pocas plumas y un encuentro con varios Demonios representaba alcanzar la Luz al fin.

Encontraron el lugar de donde provenía la señal... Una casona en las afueras de la ciudad.
Un Demonio vigilaba la puerta, por las ventanas se podían ver a los otros monstruos recorrer la casa capturando a sus habitantes...
En la casona vivía un familia con, al menos, 10 hijos. Damir y Erzengel podían sentir la pureza de esas almas... 10 criaturas llorando, atemorizadas ante la presencia de los Demonios.

Erzengel frunció el seño... Los Demonios nunca reparaban en las vidas que dañaban. Sólo buscaban su propio beneficio...
Damir contó mentalmente el total de Demonios que había en el lugar... 8... 8 criaturas oscuras y malvadas para destruir... Y 7 de ellas estaban todas dentro de la casa.

"Deebemos hacer que salgan... Si entramos los dos, ellos tendrán ventajas..." Erzengel pensó tranquilo, sabiendo que Damir le escucharía.

Damir asintió. Su mirada fría y calculadora fija en el Demonio de la puerta le mostraba como un ser divino y peligroso... Damir, como todo Ángel, poseía una belleza sin igual y su fuerza era letal... Cientos de Demonios habían caído víctimas de su espada.

Pero Damir no pensaba en sus victorias. Tampoco consideraba que a su lado, uno de los Primeros Nacidos se prestaba a luchar... Damir sólo pensaba en el Demonio que en soledad vigilaba la entrada a la casa...

Del mismo modo en que los Ángeles se muestran como seres hermosos hasta lo imposible, los Demonios también lo hacen... Pero la belleza de los malignos se ve corrompida por su sed de vida y poder... Los humanos dudan al verles, se alejan, temen por sus vidas... La hermosura de los Demonios no atrae a las personas a querer acercarse a ellos, sino que les avisa que deben huir de allí cuanto antes...

Se notaba que estos Demonios provenían de Plano Oscuro. No sólo su belleza era insoportable... Sus alas mostraban brillantes colores... Las escamas refulgían bajo los rayos del sol que se levantaba en el limpio cielo de la mañana.

-No... Ellos no saldrán, no todos al menos... Yo me encargo del que está en la puerta... Tú entra y comienza a divertirte... Ya verás que luego algunos saldrán a enfrentarme...- dijo Damir, con la vista fija siempre en el ser que estaba fuera de la casa.

Erzengel sonrió y mientras Damir sacaba su espada y se encaraba con el Demonio que tanto ansiaba derrotar, Erzengel entró veloz a la casa...

-Hey, tú...- provocó Damir.
Su oponente le miró ansioso.
Como si hubieran recibido una señal, Ángel y Demonio se lanzaron a la vez uno sobre el otro...
Los primeros golpes no dieron en el blanco... Damir era veloz, pero su adversario también...

Durante varios segundos, el enfrentamiento parecía una danza...
Con movimientos ágiles, graciles, los avances y evasiones ocurrían fluidamente... Como si interpretaran una coreografía milenaria...

Hasta que Damir se cansó del juego y en medio de un giro, cuando el ser maligno se agachó para evadir el golpe, Damir se detuvo un instante y movió su espada por entre sus alas... Corte limpio y perfecto... La cabeza del Demonio rodó por el suelo vociferando insultos.
Damir sonrió.

Un destello iluminó el interior de la casa, pero el Ángel Caído no prestó atención a esa extraña claridad.
Rápidamente, quemó los restos del Demonio.
Sus ojos relucieron por la emoción cuando otro monstruo salió de la casona a atacarle...

Algo le ocurría a Damir. Se sentía más fuerte y poderoso... Su confianza y destreza en la lucha habían aumentado notablemente desde la última pelea... Él podía sentirlo en lo profundo de su ser... La Luz estaba cerca.

El nuevo Demonio, de horribles alas negras y hermosos rostro y cuerpo de mujer, gruñó y saltó sobre Damir.
El Ángel no actuó de inmediato. Por el contrario, cerró los ojos y permaneció en su lugar... Parecía una estatua... Una hermosa obra de arte con vida...
El Demonio seguía en su objetivo de lanzarse sobre Damir. En el momento justo en el que la maligna criatura abría sus garras para arrancarle el corazón, Damir abrió los ojos sonriente...
De entre sus ropas, la espada brilló deseosa de sangre... Y Damir la alimentó con la vida de un Demonio...

El Ángel sonrió... Este último Demonio poseía mucha fuerza. Pero parecía un niño a la hora de enfrentarse en un combate... Fuerza bruta pura y poca inteligencia para aplicar dicha fuerza...
Si los otros Demonios eran así... La pelea sería bastante fácil...

Nuevamente, Damir quemó los restos y aguardó al siguiente contrincante... Pero esta vez, guardó su espada y tronó los dedos de su mano uno por uno... Extendió ambas manos y sonrió mientras observaba que sus garras crecían... Ahora lucharía cuerpo a cuerpo...

Dos Demonios salieron de la casa... Damir se regodeó ante la idea de vencer a estos contrincantes...
Una máquina asesina de belleza imposible... Así se veía Damir allí, esperando la pelea.
Ahora podría probar su técnica de desdoblamiento... El Ángel Caído gruñó y ante los ojos de los Demonios, apareció un segundo Ángel. Una copia exacta de Damir.

-A jugar...- rieron ambos Ángeles y arremetieron contra los monstruos que los observaban atónitos...

Dentro de la casa, los ruidos aumentaban su volumen... Un gran destrozo estaba ocurriendo. Pero ni Damir ni su copia prestaban atención... Como siempre, él y su clon sólo tenían ojos para los Demonios que ansiaban matar.

La pelea comenzó sin preámbulos. Como con el primer Demonio, ahora la lucha parecía una danza... Una danza con cuatro intérpretes... Los Demonios se movían manteniendo sus espaldas enfrentadas, para evitar ataques a traición de Damir o su copia. Pero esto facilitaba las cosas pues el Ángel y su gemelo se movían a tal velocidad y con suficiente destreza como para atacar a los dos Demonios de forma indiferente...

Bajo las garras del Damir real, uno de los Demonios perdió ambos brazos con un sólo ataque... Y mientras el doble capturaba al otro Demonio, Damir le partió el cuello a su rival y seccionó su cabeza de un tirón...

El monstruo sobreviviente gimió al ver morir a su compañero... La copia de Damir le sostenía por la espalda, de manera que Damir podía darle el golpe de gracia y matarle con facilidad.

-Idiotas...- susurró el Demonio- Piensan que pueden ganarnos... Cuando nuestro amado Lucifer se valga del humano que Sasha cuida, no habrá modo de salvar a la raza humana... Nosotros gobernaremos... Y ustedes caerán bajo nuestro poder...

Damir hizo una mueca, furioso y se acercó lentamente...
No pensó en esas palabras, no les prestó atención... Él sabía que podía salvar a Sasha y a Noah... También sabía que si Lucifer pretendía gobernar la tierra todo un ejército de Ángeles se le enfrentaría y ganarían... Más allá de las vidas inocentes pérdidas en la batalla, a la larga, la humanidad lograría la paz...

El Demonio carcajeó ante la mirada de Damir... El Ángel se detuvo frente a su enemigo y le arrancó el corazón en vida.
-Nosotros ganaremos... Que no te quede duda...- dijo el Ángel, aplastando el corazón entre sus garras mientras el Demonio exhalaba su último aliento.

El doble de Damir se desvaneció y una luz fulminante rodeó al Ángel...
Una nueva energía recorría su cuerpo y le insuflaba vida...
Damir sonrió... Sus alas brillaban perfectas y sanas...
Magnífico y glorioso... Así se veía Damir ahora que había alcanzado la Luz.

Mientr
as se preocupaba por incinerar los restos que quedaban de sus oponentes, un estruendo resonó en la casa...

"Damir, ven ya!!!", le llamaba Erzengel con urgencia.

El Ángel de Luz no lo pensó dos veces y corriendo entró a la casona.
El paisaje era desolador... Escombros por todos lados, y el llanto de los niños inundando el lugar...
Damir podía sentir que ya no había peligro. Ningún Demonio había sobrevivido.

Buscó a Erzengel hasta que le encontró... En una habitación en ruinas, atendiendo a una mujer embarazada que estaba cubierta de heridas y gemía del dolor.

-Varios de los niños están heridos, debes curarlos...- dijo Erzengel llorando.
No era debilidad aquel llanto. Erzengel lloraba para salvar a la mujer. Ese era uno de los poderes de los Ángeles de Luz. Sus lágrimas sanaban cualquier herida a menos que el humano estuviese destinado a morir...

Damir asintió y se detuvo a observar a la mujer... No sólo gemía por el dolor de las heridas...

-Sí...- dijo Erzengel respondiendo a sus pensamientos- Está en trabajo de parto... Por eso estoy curando sus heridas, necesita estar fuerte para traer a su bebé al mundo... Vamos, encargate de los niños y regresa pronto, necesitaré tu ayuda...- pidió Erzengel, sin levantar la vista de la madre cubierta de sangre a punto de dar a luz.

Damir asintió de nuevo y comenzó a recorrer la casa buscando a los pequeños...

3 comentarios :

  1. Ays! que way la batalla! estuvo fenomenal! me encanto!

    No puedo esperar a ver que le ocurrio a Erzengel!

    De Danlin, TKM!

    MAP!

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  2. wow, la batalla quedo brutal, la adoreeeeeeeeee, me encantoooooo!

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  3. hermoso...me gustó.. muy bien narrada, me imaginaba a a Damir haciendo giros e incrustando su espada de luz, y al final sus alas relucían.. bien

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