Capitulo 15: Hasta que el tiempo deje de transcurrir...

-Bien, André... ¿Con cuántos Ángeles contamos de nuestro lado?- pregunté, tratando de trazar un plan.
André miró a Sofía, y comprendí que ellos ya habían estado discutido la situación.

-Tomé como referencia considerar que hay al menos un Ángel por cada humano en el planeta. Salvo los Ángeles Negros, que son minoría, el resto somos Ángeles de Luz o Ángeles Caídos pero trabajando para bien. Bueno, de todos esos millones de Ángeles, hasta donde he visto, poco menos de un millar está de nuestro lado...- explicó mi amigo, haciendo una mueca de desanimo.
-Quieres decir que si se desencadena una pelea interna por defender a Sasha caeremos todos los que pretendamos defenderle...- susurré, mirando con preocupación a Sofía.
-Si, así es. Pero si logramos detener todo antes de que la batalla se desate...- André trataba de buscar una alternativa, pero no supo cómo continuar.
-Creo que debemos seguir el plan de Damir... Él piensa tratar de convencer a Sasha de volver al bien, o como último recurso, matarla antes de que se convierta en Demonio, así la salvará... Porque algo es seguro, los demás Ángeles no atacarán a Sasha, permitirán que los Demonios se hagan cargo y si un Ángel Negro muere en manos de Demonio realmente muere, ya no hay otra oportunidad para él- dije, suspirando.

-Los demás piensan que Sasha se vendió al mal y no escucharán nuestras explicaciones. Debemos ayudar a Damir a que logre su objetivo. Todos debemos organizarnos y cuidar de Sasha sin que ella se dé cuenta, hasta que Damir logre que entre en razón y abandone la Oscuridad- susurró Sofía estrechando mi mano entre las suyas.

Cerré los ojos. Eran millones y millones contra nosotros. Nuestros propios compañeros y amigos nos verían como enemigos si mostrábamos por las claras nuestra idea de proteger a Sasha. Pero Damir le amaba y algo me hacia sentir que Sasha actuaba para bien. La conversación que había escuchado no me sonaba a que ella fuera un ser a punto de convertirse en Demonio. No. Aún cuando había dicho que Noah debía morir, yo no sentía maldad en ella.
Suspiré, sin abrir los ojos y sabiendo que André y Sofía me miraban fijamente.
Todos sabían que los Primeros Nacidos teníamos poderes y capacidades muy superiores a los demás Ángeles de Luz. Y sentir la maldad o bondad en los demás era algo muy sencillo para mi. Sonreí. André confiaba ciegamente en Sasha, porque seguramente también él había sentido que nuestra amiga procedía para el bien.
Abrí los ojos y miré detenidamente a André, sonriendo.

-Tú lo sentiste... Tú puedes sentir que ella está haciendo todo esto para bien de la humanidad... Ella se sacrificará al matar a Noah... Porque si Noah muere, Lucifer no tendrá llave para unir el Plano Terreste y el Plano Oscuro. ¿Cómo es que no lo vi antes?...- dije, meneando la cabeza, molesto por mi tonta ceguera.
-Ella se convertirá en Demonio pero salvará a miles, millones de humanos, de los tormentos del Príncipe diabólico- respondió André sonriendo tristemente-Por eso debemos defenderle.

Sofía me abrazó, fuerte y repuso:
-Muchos hemos caído en el error de analizar cada hecho puntual, de matar a un Demonio por el asesinato de un inocente sin considerar el porqué de todo... Piensen todas las muertes que llevaron a que Sasha encontrara a Noah, en los asesinatos que han cometido tantos Demonios tratando de encontrar la llave que resulta ser Noah. Nos mofábamos diciendo que Lucifer nunca podrá llegar al Plano Celestial, pero nunca reparamos en la posibilidad de que él atacase el mundo humano. Debemos prepararnos... La batalla no tardará en comenzar...

Miré a Sofía con atención... Ya no era la indefensa y vulnerable humana que una vez había sido. Ella era un Ángel de Luz, como yo, y su valentía y coraje abrumaban a cualquiera. ¿Cómo no seguir sus ideas? Ella te motivaba a creer, a luchar con todas tus fuerzas... De pronto, me recordó el momento en que nos conocimos, su entusiasmo ante mi presencia, sus ansias por pelear a mi lado... Sonreí. Nuevamente luchariamos a la par... Ya nunca más estaría lejos suyo...

En los momentos buenos, en los momentos críticos como éste, siempre... Siempre estaría a su lado, amándola con todo mi ser... Hasta el fin de mis días... Hasta que el tiempo deje de transcurrir...