sábado, 29 de mayo de 2010

Capitulo 2: El Corazón de Sophía

-No me pases llamadas. Estaré ocupada toda la mañana...- dijo Mariana a su secretaría- Cualquier cosa que ocurra, llama a Raúl...
La joven abogada ya había acomodado los expedientes en su escritorio y había pensado en cada detalle antes de irse.

Hoy era un día muy importante, llevaba tiempo esperándolo...
Por eso Raúl, su socio, se haría cargo de sus clientes.
El estudio jurídico podía sobrevivir sin ella por unas horas.

Sophia hoy conocería a su nuevo médico cardiólogo y quería estar ahí para acompañarla.
Eran mejores amigas desde niñas, habían hecho juntas la escuela primaria y secundaria y su amistad se había mantenido aún en los años de universidad.
Ahora, un gran problema afectaba a Sophia y Nana, así la llamaban sus familiares y amigos, defendía la causa como si fuese propia.

Con tanto tráfico en las calles, Mariana no podía moverse muy rápido y al llegar al hospital, comenzó a correr por los pasillos en busca de su amiga.

Le pareció extraño no ver a nadie en el consultorio donde, según tenía entendido, Sophia conocería al doctor Sucre y buscó al doctor Sánchez, pero tampoco le encontró.
En informes le dijeron que Sophia había sido internada porque se había desvanecido y debía buscarle en la habitación 225, en el sexto piso del hospital.

Nana suspiró y se dirigió hacia el ascensor, preocupada por la salud de Sophia que parecía desmejorar a cada momento.

La puerta del ascensor se abrió y entró nerviosa, de alguna forma sentía un terrible pánico por lo que podía encontrar al llegar a la habitación donde su amiga descansaba.

Cerró los ojos apoyándose contra la pared. Mientras el ascensor hacía su camino, la joven abogada se vio envuelta en mil recuerdos.
La primer sonrisa, el primer abrazo de Sophia... Aquella charla de adolescentes en la que su amiga le confío el secreto de su enfermedad, enfermedad que había estado "estancada" en estado leve y que, sin motivo alguno, se había aseverado en los últimos meses.

Un año atrás Sophia era chica común y corriente. Una joven que vivía del arte porque le gustaba y podía. Su madre era una exitosa empresaria y el fideicomiso de Sophia era de más de 7 cifras... Con una herencia tan cuantiosa, ella vivía como más le gustaba. Era una chica humilde y simpática, que vivía pensando en como alegrarle el día a sus seres queridos y siempre se mostraba fuerte ante todo.
"Pero sólo los más cercanos la hemos visto caer y llorar..." pensó Nana, mientras en sus pensamientos revivia el recuerdo de la muerte de Patricia, la madre de su amiga, y todo lo que eso había significado.
Hacia sólo un par de meses que Sophia había comenzado a mostrar signos negativos en su salud. Mareos, sensación de falta de aire...
Y entonces ocurrió la tragedia. Patricia murió víctima de un accidente automovilístico y Sophia quedó sola...
Bueno, no sola. Nana nunca le abandonaría. Y también estaba Danlin, la adolescente hermana de Sophia. Una niña que Patricia había adoptado en un viaje a China y a quién Sophia amaba como verdadera hermana.
Y siendo que Mariana era amiga desde niña de Sophia, Danlin también era como una hermana para ella.

Luego de la muerte de Patricia, Sophia había empeorado aún más de salud... Y ahora Nana oficiaba de tutora, por propio pedido de su amiga... Y Danlin se había mudado a su casa para que Sophia llevara adelante su tratamiento sin preocupación alguna.

"Siempre quise tener una hermana mujer... Ahora tengo a Sophia y Danlin..." pensó Mariana sonriendo, "La convivencia con Danlin es fácil... Aunque Francisco aún no llegó, talvez eso cambie la cosas..."
El hermano menor de Mariana estaba de viaje pero vivía con ella y aún no estaba enterado de la estadía de Danlin en la casa.
Nana había decidido no decirle nada hasta su regreso. Luego hablarían tranquilos...

El ascensor se detuvo en el 2º piso y un joven de ojos color dorado y cabellos castaños entró agitado.
-¿Estás bien?- preguntó Nana, al ver al muchacho que respiraba dificultosamente.
-Si... Es sólo... Que corrí... Por las escaleras... Desde planta baja... Para alcanzar... El... Ascensor...- respondió el muchacho con voz entrecortada.
La joven abogada sonrió ante esa explicación y observó al joven que vestía un traje negro y camisa blanca... En verdad era muy guapo.

-Me llamo Andrés...- dijo el muchacho cuando su respiración mejoró un poco y tendió su mano.
-Yo soy Mariana...- respondió ella, estrechando suavemente la mano de Andrés.
Así, comenzó una conversación que sólo se cortó al llegar el ascensor al piso donde Mariana encontraría a Sophia.
-Aquí es donde debo bajar...- dijo un tanto con desgana.
Andrés sonrió.
-Pues también en este piso está la persona que yo busco...- replicó Andrés.
-Oh... Bueno... Yo voy corta de tiempo...
-Pues... Si me das tú número de teléfono te dejaré camino libre para que vayas donde debes...
Nana sonrió y buscó en su bolso. Sacó una de sus tarjetas de presentación y se la dio al muchacho, antes de irse casi corriendo. En verdad necesitaba ver que Sophia estaba bien...

No quería dejar a Andrés, así, sin más, pero su amiga estaba primero.
Hubo una época en que Mariana estaba en pareja con Alejandro, su ex. Y en esos meses de relación se había visto alejada de todas sus amistades. Simplemente porque Alejandro no quería que saliera o tuviera contacto con nadie más que él. Sophia se las había ingeniado para encontrarse con Nana en el trabajo, fingiendo ser una cliente importante. Al fin, un día Mariana abrió los ojos y comprendió que Alejandro no era el hombre de su vida y se separaron...
Desde aquel entonces, nunca cometió nuevamente el error de dejar a un lado a sus amigos por ninguna razón.
Y ahora menos que nunca... Sophia la necesitaba...


Sophia despertó rodeada de aparatos y cubierta de cables... Conocía bien la situación, ya la había vivido muchas veces antes.

Javier había permanecido junto a su paciente todo el tiempo, desde que logró reanimarla hasta este instante en que ella despertaba.

-Dan... Dan...- Javier tuvo que acercarse a Sophia para escuchar con claridad lo que decía. Nombraba a alguien... ¿Quién sería Dan? ¿Un amigo? ¿Un novio talvez?
-Dan...- una vez más susurró la joven.
-No sé quién es Dan, pero yo estoy aquí y prometo buscarle en cuanto me cerciore de que estás mejor- replicó Javier, revisando los gráficos del monitor que estaba junto a la cabecera de la muchacha.
-Te dije... Que no te quiero...- repuso ella. Al menos tenía fuerzas para pelear con él...

De pronto, una niña de rasgos asiáticos abrió la puerta sorpresivamente y corrió junto a Sophia.
-Sophi, hermanita... ¿estás bien? ¿Te duele?- preguntó, señalando las agujas del suero que tenía en un brazo.
-No, Dan, estoy bien...- dijo Sophia, tratando de sonreír.
-Pero... Parecías molesta recién cuando entré y...
-Si, estoy molesta, pero no por el suero... Es que no lo quiero como mi médico- Sophia señalaba a Javier, que estaba de brazos cruzados mirando curioso la escena.

-¿Qué le hiciste?- acusó la niña, caminando hacia el joven médico.
-Perdona, pero sólo hablaré con familiares de mi paciente...- se excusó él.
-Yo soy familia. Soy su hermana, me llamo Danlin- replicó la niña.
-¿Su hermana?- cuestionó Javier.
Sophia suspiró, molesta y dijo:
-Si. Es mi hermana. Mi madre la adoptó de pequeña y somos hermanas aunque no llevemos la misma sangre...

Javier miró a Sophia y Danlin detenidamente.
Y en ese momento, la puerta de la habitación se abrió una vez más.

Una joven de cabellos castaños y vestida con falda a las rodillas, camisa ajustada y zapatos e taco alto ingresó al cuarto preocupada.

-¿Estás bien?- preguntó, mirando a Sophia y sin prestar atención a nadie más.
-Si, Nana... Simplemente no quiero a este hombre como mi médico... Por favor, haz algo...

Javier sonreía ante la situación en la que se veía envuelto... Tres mujeres le miraban fijo ahora... Pero mientras Sophia le miraba con enojo, las otras dos chicas sólo se mostraban preocupadas.

Danlin se acomodó junto a Sophia, mientras Nana tendía su mano a Javier diciendo:
-Mi nombre es Mariana Anhart y soy la abogada y mejor amiga de Sophia. Usted debe ser el doctor Sucre...
-Javier, llámame Javier- aclaró él rápidamente, mientras correspondía al saludo.

-Basta de tonterías... Nana, quiero otro médico... Sacalo de aquí, por favor- reclamó Sophia molesta.
Mariana cerró los ojos y los abrió lentamente.
-Sophi... Ya hemos visto a cuanto médico hemos encontrado... Él es el mejor en esto, ya investigué su currículum...- dijo, con voz tranquila.
-Nana... Mariana... No lo quiero...
-Lo lamento, me tomaste como tu tutora para que te defendiera frente a cualquier situación que te efecte. Ahora, yo acepto al doctor Sucre como tu cardiólogo y no puedes negarte.
Sophia hizo una mueca.
-Por favor... Vamos... Dan, ayúdame...- pidió.
Danlin miró a Sophia y se encogió de hombros.
-Lo siento... Creo que Nana tiene razón... Estoy de acuerdo con ella...- respondió, mirando a Javier de reojo.
Sophia bufó enojada.

-Bueno... Danlin, acompañame, debemos hacer los papeles de la internación... Sophia, creo que deberías hablar con Javier y cambiar tu actitud con él, será tu cardiólogo y no hay vuelta atrás...- dijo Mariana antes de salir de la habitación junto a Danlin.

Javier sonrió divertido. Sólo debía lidiar con Sophia. Pero eso no sería muy fácil... Y para él era una aventura conocer a su nueva paciente y ganarse su confianza.
-Si lo intentas, descubrirás que soy adorable...- dijo, sonriendo pícaramente.
Sophia giró su rostro y respondió:
-Eres detestable... Lo sé bien... Y no me harás cambiar de idea... Nunca me agradarás...
-Nunca digas nunca...- replicó Javier- Sólo es cuestión de tiempo...
Y se acomodó en una silla junto a Sophia.

7 comentarios :

  1. mm.... por que sera que le detesta tanto?!

    Quisiera saber por que Danlin vive con Nana... bueno, quiza tenga algo que ver con que tenga un hermano que pronto volvera... jeje

    Danlin, TKM!

    MAP!

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  2. erzengel lo prometido es deuda, espero q te guste, pasate por mi blog
    bss!
    p.d me tengo q leer esta historia! xd

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  3. hola erz.. genial el cap.. no encontre errores ortografico ni gramaticales, estuvo genial sigue asi.. se esta poniendo interesante.. jajajaja
    pd.. danlin.. ella me detesta por mecanismo de negacion jajajaja tu no sabes que del odio es el sentimiento que tiene una persona cuando ama a alguien y ese sentimiento lo confunde de tal forma que pienza que lo odia.. recuerda que del odio al amor es solo un paso.. jajaja

    saludos erz estuvo genial sigue asi TQ

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  4. Woow ^^ Me encanta, como todas Tus historias ^^ Espero que subas pronto me muero por saber como continuara!!
    Un beso Andrea.^^

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  5. Dios que caracter...esta Sofía...me gusta se parece a mi....cuando estoy re enojada..jiji
    Me gustó amor

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  6. Erzengel eres fantástica!, la historia te envuelve, cercana y divertida dentro del drama. Me gusta mucho!
    Besos.
    T.

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  7. encantadisima hemanita! sencilamente me eeencanta! te adoro!! hermaniita Danlin si ves?? juntitas jejje (K) besos y abrazosss

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