Sophia despertó temprano. Había tenido un sueño extraño del que sólo recordaba su sensación de tristeza y dolor.
Suspiró. Sería un largo día...
Sobre la mesita de noche un enorme ramo de flores de distintos tipo y colores aromatizaba la habitación.
-Por fin despiertas...- susurró una voz dulce.
Sophia buscó con la mirada al dueño de esa voz.
Danlin no se hizo esperar. Rápidamente se acercó a su hermana y le abrazó fuerte.
-Todo va a estar bien... No te preocupes...- dijo Sophia, acariciando el cabello de la pequeña.
Aunque Danlin ya tenía 17 años, para Sophia seguía siendo una niña. Y siempre sería así...
-¿Quieres desayunar?- preguntó Danlin entusiasmada y en ese momento llegó Nana.
El rostro de la abogada denotaba falta de descanso.
-Hola...- dijo, bostezando.
Sophia trató de sonreír mientras Danlin observaba fijo a su hermana.
-¿Por qué las llaves de tu casa están sobre la mesa?- preguntó.
Nana bebió un sorbo del café que había comprado antes de ir al hospital y observó a su amiga, esperando su respuesta.
-Oh... Bueno... El doctor Sucre pidió las llaves para hacerle una copia. Vive en el apto que está frente al mío y piensa que es bueno por una posible emergencia tener un par de llaves extra...- explicó Sophia, encogiendose de hombros.
Danlin abrió grandes los ojos mientras su rostro dejaba ver la sorpresa.
Nana comenzó a sonreír diciendo:
-Así que le diste las llaves. Tú, que no querías tener ningún trato con él, le diste las llaves de tu casa... Mmm... ¿Estás confiando en tu médico o yo entiendo mal?
-Pienso que tiene razón, sólo eso. No brindo mi confianza tan fácilmente y lo sabes- replicó Sophia desviando la mirada.
-Vale... Yo pensé que talvez tu enojo pasa por el hecho de que te gusta...- Mariana miraba a su amiga pícaramente.
Danlin ahogó un grito y comenzó a inquirir:
-¿Te gusta? ¿Te parece lindo? ¿Te cae simpático? ¿Te ha dicho algo tierno?
Su hermana hizo una mueca de horror mientras respondía:
-No, no me gusta, no me parece lindo ni me cae simpático, y no me ha dicho nada tierno porque sino le golpearía... Danlin, ¿de dónde se te ocurren esas ideas? Apuesto a que Nana te da buena charla mientras están juntas en la casa...
-Sophi, no me acuses de nada... Yo sólo dije que por tu forma de ser tiendes a alejar a los chicos que te gustan, bueno al menos hacías eso cuando éramos más jóvenes...- se defendió Mariana.
-Ustedes son jóvenes- dijo Danlin, sonriendo- Sólo tienen 24 años...
Nana y Sophia miraron a la niña y comenzaron a reír.
-Si, va, somos jóvenes pero a tu lado ya parecemos abuelas...- dijo Sophia ríendo.
-Vale... ¿Entonces no te gusta?- cuestionó Nana por última vez.
-¿Quién le gusta a quién?- preguntó Javier curioso.
Ninguna de las chicas le había escuchado llegar.
-Nadie...- dijo Danlin, divertida ante la mueca de incredulidad del doctor- Es cosa de mujeres...
Javier levantó una ceja y mirando los papeles que llevaba en sus manos dijo:
-Bueno, mujeres, les informo que si lo desean, Sophia ya puede retirarse a su casa. Pero quiero que recuerden que ante cualquier eventualidad deben recurrir al hospital o llamarme.
Mariana y Danlin asintieron a la vez.
El médico miró entonces a Sophia y continuó hablando:
-Recuerda, nada de esfuerzo. Cuídate de cargar cosas pesadas, duerme bien y lleva una dieta adecuada y cualquier cosa que precises, me llamas sin importar la hora...
Sophia asintió.
El cardiólogo recorrió la habitación con la mirada.
-Bien... Como te habrás dado cuenta, las enfermeras te quitaron el suero y desconectaron los monitores. Así que me iré a firmar los papeles del alta mientras te vistes...- dijo sonriendo nuevamente.
Danlin ya tenía en sus manos la ropa de su hermana.
Cuando Javier regresó a la habitación de su paciente, ya todo estaba listo. Sophia y su familia se aprestaban a irse.
-No olvides... Tristeza cero...- dijo el doctor y Sophia sonrió sin poder evitarlo.
-Vale, vale...- dijo la muchacha, mientras tendía la bolsa con chocolates a su cardiólogo- Toma, que te sean ricos...
Nana y Danlin se miraron mutuamente. Algo cambiado en Sophia...
Sin decir palabra alguna frente a Javier, se retiraron. Danlin iba haciendole gestos a su hermana y Nana mirando de reojo al médico que observaba entre sus manos la bolsa con chocolates que Sophia le había dado.
Javier regresó a su apto ya bien entrada la noche, luego de un día arduo de trabajo. Mientras tiraba en el sofá su maletín y su abrigo, activó el equipo de música.
Una conocida canción comenzó a sonar.
Pensó en Sophia y se le ocurrió ir a ver qué hacía su paciente.
Dejó la puerta abierta de su apto y tocó el timbre del apto de Sophia.
Unos minutos más tarde, la joven abrió la puerta vestida con un pijama celeste y con un pote de helado a medio comer en sus manos.
-Hola...- dijo, sin sorprenderse de ver a su médico por esas horas en su casa.
-Hola- respondió Javier sonriente.
De pronto ella hizo una mueca de disgusto.
-Vale... Danlin estuvo hablando contigo...- dijo entrecerrando los ojos.
-¿Perdón?- Javier no entendía las palabras de la chica de cabellos castaños que le miraba con enojo.
-Vamos... Danlin te dijo que me gusta Eros Ramazzotti y tú compraste un cd sólo para ganarte mi simpatía...
-No. Te equivocas. Me gusta Eros Ramazzotti desde hace años, tengo toda su discografía y no compraría un cd sólo para ganar un punto contigo. Eso es una tontería... ¿Qué tipo de persona piensas que soy?- Javier se mostraba molesto por la acusación.
-Ah... Disculpa...- replicó Sophia, y su rostro se cubrió de un tono rosado.
-Está bien, no te preocupes... Sólo venía a ver cómo estabas o si precisabas algo, pero veo que tienes todo bajo control...- Javier sonrió al ver la mesa de la sala de su paciente llena de libros, papeles y lápices.
-Me gusta mucho leer y escribir...- explicó ella siguiendo el curso de la mirada del muchacho.
-Y gustas de comer helado de chocolate mientras lo haces...- agregó Javier.
Sophia sonrió y bajó la mirada.
-Si quieres, te invito a ver una película, tengo miles de dvds, y también mucho helado... Así me disculpo por lo que te dije- susurró.
El médico sonrió y asintió diciendo:
-Está bien. Pero sólo una película, luego debes descansar y yo también... Espera que cierro la puerta de mi apto y acepto tu invitación...
-Claro... Yo mientras buscaré más helado...- Sophia se sentía nerviosa y emocionada sin razón alguna.
Javier aseguró la puerta de su apto y ansioso, regresó donde su paciente.
Hacía poco menos de dos dias ella ni le hablaba y ahora le invitaba a mirar una película...
La vida daba muchas vueltas. Talvez ella sí podía confiar en él...
Talvez incluso llegasen a ser amigos...
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Wuau! que way! asi que, ves?! todo se soluciona..!
ResponderEliminarSeguro que se hacen buenos amigos... y luego... quien sabe... ^^
Danlin, TKM!
MAP!
holis!!
ResponderEliminarMe gusto mucho el capi!! creo q me esta agradando mas Sophia jeje..
besos1
tqm!
Ohh! Erzengel me encantó el capi! si si si! Se me subió una sonrisilla tonta cuando le dio la bolsa los chocolates :-) y yo creo que me va a durar toda la noche! Gracias preciosa, cuídate mil y mis mejores deseos para tu recuperación!
ResponderEliminarBesos
T.
O.O Erzengel me encanta como escribes!!!! Juro que cuando publiques un libro sere una de las primeras en comprarlo! ^^
ResponderEliminarMejorate Pronto ^^
Un beso y Un Abrazo^^
Andrea
estubo super el cap... "TRISTEZA 0" gran campaña.. jajajajaja.. poco a poco se gana la confianza de las personas, con pequeños gestos y una sonrisa creo que es lo primordial.. y javier poco a poco se esta ganando el de sofia.. espero se hagas mas que amigos jajajaja.. muy buen cap erz.. ERES UNA GRAN ESCRITORA no me canso de decirlo y felicito a tu musa de la inspiración.. saludos
ResponderEliminarDiosss diosss diosss hermanita!! jeje que emocion! no soy yo y ya me gusta xD besotesa todosss.. geyser, danlin, T, andre y todos jeej
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