sábado, 27 de febrero de 2010

Capitlo 17: Luchando en busca de Luz...

Como ya he avisado antes, no es normal que escriba desde otros puntos de vista salvo el de mi personaje (Naimé).
Pero la historia misma me lleva a esto... espero les guste...
***
Dilann POV
***
Maldición... Era un tremendo tonto...
¿A quién se le ocurre salir diciendo tantas cosas a alguien ciego como Nana?... Era un tonto, un tremendo tonto.

Todavía no entendía qué me había impulsado a cometer esa locura. Pero lo hice. Le dije a Nana todo lo que venía acumulando desde el principio. Y después reaccioné y salí furioso, no sólo con Nana, por su actitud, sino también conmigo mismo, por hacerme expuesto de esa manera...

Me refugié en uno de los tantos patios internos del monasterio. Terminé sentado con la espalda apoyada en un inmenso roble. Cerré los ojos y traté de encontrarle sentido a lo que había hecho...
No tenía sentido, en lo más mínimo. Talvez porque en el campo amor las reglas y cuestiones no siempre son muy lógicas...
Estuve tranquilo por varios minutos, hasta que ella llegó.
-Dilann, lo siento. Yo... Tú tienes razón, actúe mal, es verdad... No amo a Aitor, he pensado en lo que me dijiste y tienes razón, no le amo...
La voz de Nana inundaba el patio, me envolvía y arrastraba hacia ella. Pero mi enojo podía más y nada hice, salvo permanecer sentado y escucharle.
-Dilann, por favor. Háblame... Lo siento... Lamento todo esto. Lamento si les hice pasar un mal momento, lamento... Lamento no haberme dado cuenta de lo que sientes por mí... Soy una tonta. Disculpa, no te molestaré más...
Y diciendo eso, Nana se fue caminando lentamente.
Relajé mi postura y tomé aire varias veces.

Genial, ahora Nana estaba triste por mí... Y lo peor de todo era la idea que rondaba por mi cabeza...
¿Cómo podía estar pensando en eso justo ahora? Era tonto, iluso, masoquista... Pero, y si se daba la ocación y todo progresaba para bien, ¿no sería posible algún día?... No! ¿en qué estaba pensando?
Gruñí y me puse en pie de un salto. Sin muchas ganas comencé a caminar de regreso hacia mi habitación.

En el pasillo principal me encontré con Aitor. Talvez él podía ayudarme...
-Aitor, ¿tienes un momento?- pregunté tímidamente.
-Claro, por supuesto. ¿qué sucede, Dilann?
-Bueno... Yo quería pedirte permiso para... No ahora, sino en el futuro... Pedirle matrimonio a Nana. Realmente siento que ella es la mujer de mi vida... Y si las cosas se dieran... ¿me darías el visto bueno?
Aitor me miró en silencio por varios segundos y encogiendose de hombros respondió:
-Bien... Esto no es algo que debas hablarlo conmigo. Creo que deberías conversarlo con Naimé. Yo te doy todo mi apoyo, pero deberías hablarlo con ella... Pienso que si esto les hace bien, ella no se negará. Sólo háblalo con Naimé. Ella es quién dirige todo esto... Y apúrate... No eres el único con una idea así... Si llegas de último talvez Naimé ya esté de mal humor como para escucharte... Pero tranquilo, ya verás cómo todo saldrá bien...- la sonrisa de Aitor me dio ánimos y decidí seguir su consejo e ir en ese preciso momento... Aunque no entendía bien eso de que yo no era el único con esa idea en la cabeza...

Entré a la cocina donde mi hermana, Isabella y Naimé hablaban animadamente.
Le pedí de hablar y ella aceptó gustosa. Eso era bueno, o al menos, así lo veía yo.
Ya dentro de la biblioteca, respiré profundo y comencé a hablar...
***
***
***

Naimé POV
*
-Pienso casarme con Nana...
Las palabras surgieron de los labios de Dilann claras y tranquilas.
Respiré hondo...
-¿Qué?- pregunté procurando no mostrarme atónita ante la noticia.
-Como escuchaste, pienso casarme con Nana.
-Pero, hace cinco minutos estaban gritandose, ¿y ahora sales con esto? Ni siquiera están en una relación...- no pude seguir hablando.
Dilann había permanecido negando con su cabeza y de brazos cruzados, hasta que me interrupió:
-Dije que pienso casarme con ella, no que lo haré hoy mismo.
Lo miré confusa.

-Me refiero a que algún día, me casaré con Nana...- suspiró y sonrió, más tranquilo.
-¿Y por qué vienes a decírmelo?
-Porque... Intenté explicárselo a Aitor y él me dijo que debía hablarlo contigo... Por eso estoy aquí. Vengo a pedirte permiso, aunque no le pida matrimonio a Nana, pero igual quiero que me des el visto bueno...

-Ah! Ya veo... Bueno, yo te diría que debes pensar bien en lo que haces... Pero, eres muy adulto y responsable y sí piensas que en futuro es factible tú casamiento con Nana, yo te doy mi bendición y apoyo al 100%. Hay cuestiones que deberás tener en cuenta, pero de eso hablaremos más adelante. Cuando llegue el momento...- repuse sonriente.

-Cielos, ¡gracias! Aitor tenía razón, me convenía llegar primero...- exclamó Dilann, notablemente más tranquilo.
Hice una mueca, confundida, pero nada pude preguntar.

Alguien llamaba a la puerta.
Miré a Dilann y he hice el amague de levantarme para atender.
La puerta comenzó a abrirse...

Tommy POV

Ya no soportaba esta situación.
Había tratado de contenerme, pensar en otras cosas...
Nada funcionaba.
Estaba entrenado para combatir en las más extremas condiciones. Podía soportar mil y un tormentos.
Pero esto, esto me destrozaba.
Me estaba volviendo una marioneta, su marioneta...

-Hey, Tommy, debes soltarlo... Decírselo o explotarás... Es inevitable... Ya nos pasó a todos. Entendemos lo que te sucede, hermano. Vamos, dicelo de una vez...- me había aconsejado Jake luego de que Naimé nos asignara habitaciones.

A parte de la manada, sólo Aitor estaba al tanto de lo que me ocurría. Y por eso mismo, decidí ir a consultarle. Sino, no lograría pegar un ojo en toda la noche...
-Aitor, necesito hablarte...-le dije al encontrarle en uno de los pasillos.
Mi amigo venía con mil ideas en la cabeza, lo sabía bien. Podía notarlo porque se pasaba continuamente las manos por la cabeza, como sí estuviera peinando su cabellera. Cabellera que ya no tenía desde hacia varios meses...

-Eh... Sí, claro- respondió curioso.
-Es sobre lo que estuvimos hablando la otra vez... Mi imprimación...
-Oh! Bueno. Si es lo que estoy pensando. Sí quieres hablarle y decirle todo... Bueno, deberías consultarlo primero con Naimé- repuso, aún sonriente.
-Pero...
-Mira, ella es su mejor amiga, ¿quién puede saber más? Puede guiarte, darte su opinión... Y el visto bueno, como yo...
-Tienes razón, hermano. ¿Quién mejor que Naimé? Iré ahora mismo...
-Mmm... Yo te diría que primero te vistas...- dijo Aitor, a punto de estallar en risas.
Miré mis piernas y maldije. Me había olvidado de ponerme pantalones, andaba en boxer... Eso no era bueno... Sólo faltaba que me acusaran de pervertido o algo así...

Asentí y salí corriendo a mi cuarto. Me vestí con una camisa y un pantalón que encontré en el momento y busqué a Naimé...
Su aroma me condujo hasta la biblioteca.
Golpeé y como no hubo respuesta, entendí que podía pasar. Siempre era así con Naimé.

Una vez que entré me di cuenta de que no estaba sola... Dilann también estaba allí...
Bueno, talvez él también me ayudaría... Eso, o terminábamos a los golpes...

-Esto... Yo venía a hablarles. Necesito su opinión...- dije mirando a ambos.
Dilann asintió y comenzó a sonreír. Talvez presentía algo...
Naimé miró a Dilann que estaba sonriendo y me miró a mi. Asintió también y señaló un lugar para sentarme.
Me acomodé y suspiré, nervioso...
-Te escuchamos...- susurró Naimé, dándome ánimos.
Cerré los ojos y comencé a hablar...

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