Capitulo 9: Melodía (Fic para Danlin)

Pasé toda la mañana pensando en Nilnad.
No había lugar para las casualidades.
Todas mis clases y las suyas coincidían.
Y eso era difícil de conseguir. Que nos asignaran las mismas clases en iguales horarios...
Y yo lo sabía bien porque a mi amiga Haydée y a mi nos había costado mucho trabajo estar juntas. Y lo habíamos logrado, claro, pero con mucho esfuerzo.

Haydée... Ella se había pasado gran parte de la mañana observando a Nilnad y sonriendole.
Era mi mejor amiga, como una hermana de mi misma edad... Pero me molestaba la forma en que miraba al muchacho de oscuros cabellos y ojos hermosos.
Vale, debía de dejar de pensar así. Nilnad era apuesto, sí... Y no debía enojarme con Haydée si le miraba... Todas las chicas le miraban... Era el chico apuesto y nuevo en el instituto...
Pero igual me sentía enojada... Mi molestia venía por otro lado... Aunque había compartido todas las clases con Nilnad, él sólo me sonreía, pero nada más... No intentó hablar conmigo ni acercarse de otra forma... Siempre terminaba sentándose a mi lado o detrás mío, pero no me hablaba...
Me parecía de lo más extraño...

A la hora del almuerzo, junté fuerzas y me acerqué a él, en cuanto tocó el timbre de fin de clases...
Todos miraban al chico nuevo... Y por ende, me miraban a mí. No me importó, mientras los otros chicos iban de camino al salón comedor, incluida Haydée, yo miré a Nilnad y dije:

-Hola...- mi voz sonó débil... Mis fuerzas se habían esfumado.
-Hola...- respondió con su voz dulce y melódica. De pronto me resultaba tan familiar... Me dolía incluso el tiempo que habíamos estado lejos el uno del otro.
Una vez más... Ok, debo dejar de mirarle así. No debo pensar en él... No, no...

-Estás tan hermosa como siempre...- susurró el muchacho, sacándome de mis pensamientos.
-Gracias...- repuse sonriendo.
-Me preguntaba si...
-¿Si?
-¿Puedes presentarme a tu amiga?... Esa chica de cabellos castaños... No sé su nombre...


Las palabras de Nilnad me sorprendieron... Yo que pensaba que... Vale, no tenía sentido lo que había pensado.
Primer día de vernos, de compartir clases y él me pedía de conocer a mi mejor amiga que, para colmo, había estado mirándolo durante toda la mañana...


Sonreí y dije:
-Claro... Se llama Haydée. Debe estar esperándome en el comedor...
Nilnad sonrió y asintió, entusiasmado.

Nos encaminamos al comedor. Nilnad no quitaba sus ojos de mi, ni siquiera cuando yo le descubría mirándome. Y siempre sonreía...
Era injusto. Me miraba tan tierno. Me sonreía tan hermoso... ¡Y quería conocer a Haydée!
¿Qué debía pensar de todo esto?
Sí... Yo tenía culpa y parte en todo esto... Yo le había rechazado. Había dicho palabras que causaron dolor en Nilnad... Él tenía razón si ya no se quería fijar en mi... Yo no quería novio, ¿con qué derecho podía reclamarle atención?...

Bueno, detengámonos un momento. Pensemos todo racionalmente.
Encontré a Nilnad porque su canto me atrajo. Ya desde el principio me sorprendió su belleza y encanto. Pero comenzó a decir que yo era su amor y yo me enojé.
Me negué a ser su alma gemela y a tener una relación con él, incluso cuando Haziel, uno de los suyos, me explicó todo.
A pesar de mi negativa, Nilnad compartió un día hermoso conmigo, mostrándome su mundo, el mundo Minorean, y luego me acompañó de regreso con mi familia.
Mi madre me convenció de que todo había sido una sueño. Realmente creí que había sido un sueño.
Hasta que hoy, en el reinicio de las clases, Nilnad aparece como un nuevo alumno.
Y no me mira con devoción como lo hacía antes. Pero me mira. Me mira y sonríe...
Y me pide de conocer a Haydée...
Genial...

Tengo que concentrarme en el hecho de que yo misma lo rechazé... ¡Vamos! El resto de las vacaciones ni pensé en él... Recién ahora comienzo a darme cuenta de cuánto le necesito... No. No le necesito. No debo pensar así...
¿Cómo puede mi vida cambiar en cuestión de horas?


De pronto, una melodía dulce y suave comienza a sonar delicada y tenue a mi lado.
Nilnad me sonríe mientras tararea una canción.
No sólo me sacó una vez más de mis pensamientos. Ademas lo hace cantando. Y su voz es tan hermosa... Como un encantamiento para mi oídos... Cuando Nilnad canta, simplemente no puedo dejar de mirarle...

-Danlin, ¿dónde estabas?...- la voz de Haydée me trajo a la realidad.
Parpadeé varias veces y miré a mi amiga. Pero ella miraba a Nilnad y sonreía... Y Nilnad observaba a Haydée también sonriendo.
Sentía que todo daba vueltas a mi alrededor. ¿En qué momento llegamos al corredor? ¿y cómo nadie miraba a Nilnad? Él se había pasado todo el camino cantando y su voz no era algo que pasara desapercibido fácilmente...

-Haydée... Él es Nilnad, un amigo que conocí durante las vacaciones. Nilnad, ella es mi mejor amiga, Haydée...- dije con voz fría.
-Es un placer...- dijo Nilnad, con una pequeña reverencia.
-Lo mismo digo- repuso mi amiga.
-¿Comemos? Después del almuerzo tenemos educación física y no quiero llegar tarde...- susurré. Aunque odiaba gimnasia, quería que el almuerzo terminara ya...

Hicimos fila, compramos nuestro almuerzo y cuandos encontramos mesa, Nilnad se disculpó porque estaba sonando su teléfono móvil y no había buena señal donde estábamos...

-Te he hechado mucho de menos...- dijo Haydée, cuando quedamos solas.
-¿Si?...- no podía molestarme con ella, siempre estaba pendiente de mi- Yo también... ¿Qué tal tus vacaciones?
Haydée bajó la mirada y se concentró en su plato de comida. Dos porciones de pizza con muzzarella extra.

-¿Qué pasa?...- inquirí. Me preocupaba verla así. Haydée siempre estaba de buen humor...
-Danlin... Hay cosas que no puedo contarte, simplemente porque no me creerías lo que tengo para decir. Eres mi mejor amiga y no quiero perderte...- dijo, sin levantar la mirada.
-Vamos... Dime qué ocurre. Sabes que puedes contar conmigo- dije, tomando su mano.
Haydée mi miró y sonrió levemente. Cerró los ojos y suspiró.
Abrió los ojos de nuevo y dijo:
-He tenido sueños muy reales... Hermosos... Y desde que tengo estos sueños, ya no extraño a Matt... Simplemente, me reconforto recordando mis sueños y algo me dice que puede que se cumplan...- explicó en susurros.
 Meneé la cabeza. Matt era el ex-novio de Haydée. Un idiota del que se había enamorado y sólo la había hecho sufrir...
Y aunque pareciera tonto, yo prefería que ella se ilusionara con lo que soñaba a verle mal por el tonto de Matt.

-Ah...- la miré pensativa- ¿Y qué sueñas?
-Mis sueños siempre están cargados de colores brillantes y hermosos... Estoy de paseo en un mágico lugar... Y conozco a alguien y me enamoro...- la sonrisa de Haydée crecía a medida que hablaba- Y aunque te parezca extraño... Nilnad está en mis sueños...
Parpadeé varias veces mirando a mi amiga. Esto sí que era algo difícil de explicar y aún más difícil de entender...

-Disculpen mi ausencia, un amigo quería saber qué tal me iba en mi primer día...- Nilnad sonreía mientras se acomodaba en una silla de manera tal que quedaba entre Haydée y yo.
Haydée bajó la vista y siguió con su almuerzo. Yo miré a Nilnad y sonreí sin ganas.
-¿Un amigo?...- pregunté sin entusiasmo.
-Sí, Haziel... Te mandó saludos. Dice que tendrá pronto a visitarme y espera verte...- respondió Nilnad sonriente.
Haydée levantó la vista y me observó curiosa. Miró a Nilnad y, suspirando, regresó su atención a la pizza...
El resto del almuerzo transcurrió en silencio. Al tocar el timbre, nos dirigimos a Educación Física.

Se sortearon parejas y yo quedé que Mike, un amigo y compañero desde la primaria.
Nilnad y Haydée quedaron juntos...
Esa fue la hora más larga de mi vida... Jugando al basquet, recibí muchos golpes por espíar lo que hacían Nilnad y mi mejor amiga.
Pero lo peor vino después... Cuando terminó la clase...
-¿Quieres que mi mamá te acerque hasta tu casa?- pregunté a Haydée mientras me ataba los cordones de los zapatos.
-No, gracias...- se disculpó mi amiga- Nilnad me invitó a dar un paseo y acepté...