Capitulo 29: Luchando en busca de Luz...

Danlin me miró enojada. No le gustaba mi actitud, era evidente...
Pero no podía permitir que esto pasara a mayores.

-Danlin, has ido demasiado lejos...- le regañé molesta- ¿Cómo puedes tratarle así? Tommy es un excelente muchacho... No merece lo que hiciste.
Danlin entrecerró los ojos y bufó.
-No es cosa tuya...- dijo, encogiendose de hombros.
-¿Que no es cosa mía? Tú te la pasaste preguntándome de mi relación con Aitor desde que nos vistes juntos por primera vez, bromeabas sobre la linda pareja que formábamos, aún cuando sólo éramos amigos... ¿Y vienes a decirme que ésto no es tema mío? Conozco a Tommy desde niño, le he visto crecer y convertirse en el hombre que es y tú eres mi protegida, te quiero como a una hermana pequeña. Vamos, niña!...- respondí, mirándole a los ojos- Y en todo caso, él y tú son parte de mi grupo... Sea como sea, es cosa mía...

Danlin se cruzó de brazos y desvió la mirada.
-No te comportes como niña pequeña. Mira todo lo que ha ocurrido, todos los problemas en que estamos metidos, luchamos a la par todos los dias... Tienes fuerza y coraje para pelear contra monstruos pero huyes cuando alguien te habla de amor por ti... Te escapas así, gritando y molestandote... Eres cobarde...- le provoqué, gruñendo.
Danlin negaba moviendo su cabeza a uno y otro lado. Pero yo había dado en el clavo... Ella tenía miedo... Sólo por eso escapaba...

-¡Vamos!- dije, en tomo más suave- Recuerdo bien cuando viniste a decirme que le extrañabas... Él te importa...
-Tengo toda una vida por delante, tengo planes, metas por alcanzar... No hay lugar para novios en mi vida, no puedo ni quiero atarme a nadie... Tommy está imprimado conmigo, eso no quiere decir que yo deba amarle... Nadie puede obligarme a sentir nada por él... No me importa...- repuso, con voz fría.
-Deja de mentir. De una vez y por todas, ¡no mientas! ¿Piensas que soy idiota? Tienes miedo de aceptar tus sentimientos, eso es lo que pasa... Eres cobarde, niña, muy cobarde...
-No, no lo soy...
-Si, lo eres...
-¡No! No soy cobarde... Pero no quiero tener novio, no quiero depender de alguien, o quiero darle mi corazón y sufrir luego, cuando le pierda... Vivimos luchando, tú ya lo has dicho, dime ahora ¿qué pasaría si él sale herido y muere? ¿Cómo crees que me sentiré?- su voz sonaba con una extraña mezcla de enojo, dolor y miedo.

Suspiré... Entendía lo que pensaba... Yo misma lo había vivido antes.
-Danlin, siempre habrán guerras y peleas, vivas como vivas, los peligros te rodean... Y aún si no fuese tu novio, tú sufrirás si le ocurre algo a Tommy... ¿Piensas que es fácil todo esto? Aitor es el amor de mi existencia, mi prometido, yo también tengo miedo de que algo le ocurra en esta pelea... Pero no puedo encerrarme en mis miedos... Escapar, ocultarte, no es vivir... Mira a Dilann y Nana... Dime, él es tu hermano, ella tu amiga desde tu vida humana... ¿Me vas a decir que no te alegrarias ni un poco si son felices juntos? Por favor... Saltaste sonriente al escuchar que Aitor y yo nos casaremos... Y tú, sólo huyes de tus sentimientos...- susurré, acercandomé a ella.
Danlin miró el suelo e hizo una mueca que no supe interpretar.

-Nuestra vida es eterna... Pero él no siempre estará esperándote, no con la actitud que muestras, con la forma que le tratas... Algún día irás a buscarle y no le encontrarás... Y ese día, te acordarás de mi...- dije, abriendo lentamente la puerta y saliendo el almacén- Deja de escapar y negar lo que es obvio...

Dejé sola a Danlin en el depósito y regresé junto a los chicos.
Isabella miraba una película mientras Nana escuchaba música en su mp3 con los ojos cerrados, recostada sobre Dilann, que la miraba maravillado... Sonreí, ellos formaban linda pareja, y merecían ser felices.

Emma, Anieli y Javier seguían conversando y riendo, Ángel y Aitor seguían en su mundo y Tommy... Tommy estaba sentado solo, mirando por la ventanilla el amplio cielo.
-Sabes que todo mejorará...- le susurré, sentándome a su lado. Él sonrió levemente.
-Siempre el cielo es más oscuro antes del amanecer... Talvez, algún día, ella lo acepte...- respondió dolorido.
Le abracé dulcemente, tratando de darle fuerzas.
Tommy era un chico excepcional, encantador y adorable. Lo amaba como a un hijo, luego de los años y aventuras compartidos. Nunca le había visto mal, pero nunca antes tampoco se había imprimado...

-¿Adónde se supone que vamos?- la pregunta de Tommy me sacó de mi mundo de pensamientos.
Parpadeé varias y dije:
-Aún no sé el destino exacto, sólo puedo decirte que Dimitri nos llamará pronto y dará instrucciones... Sino, ya pensaré en algo... Pero debemos proteger y ocultar a Danlin, Dilann y Nana... Las estrellas no pueden caer en malas manos...
Tommy asintió y siguió mirando por la ventanilla.
Danlin aún estaba en el almacén, no pensaba llamarle, debía pensar en lo que había hecho y dicho...

Alguien tosió disimuladamente. Levanté mis ojos, Ángel sonreía, pidiendo mi lugar junto al metamorfo... Y pude ver cómo Aitor me hacia señas, entusiasmado.
Dejé a Tommy en manos de mi otro amigo y fui junto a mi prometido.

-Vale... Apuesto a que has visto algún nuevo dispositivo electrónico o has desarrollado algún arma super poderosa...- dije, sonriendo por su alegría.
-No... Es sólo que la mujer de mis sueños está a mi lado, sonriendo y mostrándose como un diamante, brillante y encantadora...- respondió, mientras me rodeaba con sus brazos y acercaba su rostro al mío.
Sonreí aún más mientras mis labios y los suyos se encontraban en un dulce beso...

-Cariño... Eres la mejor...- dijo, riendo, luego de besarme- Y si... He estado investigando... ¿Recuerdas que había una parte de la profecía de las estrellas sin traducir? Pues, luego de mucho trabajo, lo logré... El fragmento dice "en el tercer lucero, uno serán todos... El tres será definitivo, juntará a los otros... Tres estrellas que son una, reinventandose mutuamente..."
Observé a mi novio sin saber qué decirle... Era extraña la expresión y no sabía qué interpretar... ¿qué significaría?

Entonces, sonó mi teléfono... Era hora de conocer el destino al que arribariamos...