viernes, 14 de mayo de 2010

Epílogo: Luchando en busca de Luz...

-Aún no entiendo...- dijo Naimé, frunciendo el seño y girando su rostro hacia mi.
-Por favor... Quédate quieta, contigo así no puedo hacer bien mi trabajo- le regañó Alice.
Sonreí, mientras permitía que Rosalie me acomodara el tocado de delicadas flores color lila en el cabello.
-Naimé... No te preocupes, ya te dije que todo se resolvería...- indiqué, sonriendo aún más.
Mi amiga y tutora no parecía muy convencida.

-Vamos... Por favor... Sabes que la curiosidad me mata...- dijo, haciendo puchero y poniendo su mejor cara de perrito triste.
-Mira, no es momento para pensar en esto... Hoy es...- dije, pero me interrumpió.
-Si, si, ya sé qué día es hoy... Pero vamos... Como regalo, quitame algunas dudas...- suplicó, persuasiva.
Puse los ojos y en blancos y dije:
-Vale... Pero... Sólo responderé dos preguntas...
-Bueno... ¿Por qué Jane y Alec no atacaron y sólo se limitaron a manejar a Javier? Ellos tienen poderes increíbles...

Sonreí y asentí, diciendo:
-Bueno... Te dije que fuimos varias veces al pasado, tratando de arreglar todo con Dilann. Y eso fue algo que hicimos en una de esas idas... No pudimos detener en esa ocasión a Eric y nos limitamos a controlar a los gemelos Vulturi, usando una droga de las que Aitor y tú utilizaban para paralizar vampiros, sólo que en Jane y Alec la dosis alcanzó a penas para anular sus poderes al mínimo. Gracias si pudieron atacar a Javier entre los dos...

Naimé me miró a través del espejo y levantó una ceja.
-Danlin...- dijo, en tono acusador.
-Mira, ya te lo explicamos Dilann y yo. Las cosas son difíciles de entender por todo lo que hicimos. Fuimos tantas veces hacia atrás y regresamos a verificar que se generaron muchas paradojas temporales...- expliqué, suspirando.
En los últimos días Naimé había pasado todas sus horas libres colmándome de preguntas y siempre tenía una duda más en su cabecita...

-Vale... Y... ¿Cuándo conoció Dilann a Nana? ¿y por qué ella también es vampiro?- preguntó mi querida tutora mirando a Nana que sonreía en silencio al igual que las mujeres Cullen porque les causaba gracia mi cara de espanto ante la insistencia de Naimé.
-Uff... Veras... con Dilann pudimos criarnos juntos y fuimos a la misma escuela y universidad. Allí él conoció a Nana, que siempre ha sido mi amiga y se enamoraron siendo humanos y se hicieron novios... Y como nosotros debíamos transformarnos, también ella lo hizo... Quería estar siempre junto a mi hermano...- dije, sonriendo.

Pensar que en más de una ocasión me había enfurecido con Nana porque no la quería cerca de mi hermano, y ahora habían pasado años completos juntos, tanto como humanos como de vampiros...

-Ah... Vale, vale... ¿Y cómo recuerdas todo con tanta precisión? Digo, tú vida cambió rotundamente , ya desde el simple hecho de que pasaste de ser hija única a crecer junto a tu gemelo... ¿Como sabes todo esto?...- inquirió Naimé, curiosa.
Parpadeé varias veces, respirando lento.
-Naimé, te dije que sólo respondería a 2 preguntas...- dije, suspirando.
-Si...- respondió- Pero... Vamos, es la última, lo prometo...

Hice una mueca y dije:
-Bueno... Sabía que era posible que perdiera muchos recuerdos y no entendiese nada luego... Entonces en cada viaje hacia atrás me tomé el tiempo de llevar registro de todo. Y guardé cada documento en una caja fuerte en el banco. Cuando cumplí los 18 años, recibí una llamada, diciendo que el banco tenía una caja a mi nombre y estaba en derecho de usarla. Pase mucho tiempo leyendo todo y analizando y entendiendo lo ocurrido. Y luego buscando la manera de encontrarte a ti o a Aitor... Y...

-Chicas, ya es la hora...- dijo Esme, ansiosa- No debemos hacer esperar a los invitados...
Naimé y Nana se pusieron de pie y Bella y Rosalie les ayudaron con sus vestidos... Hermosos trajes blancos que Alice les había diseñado especialmente.

Esme me miró y sonrió, abrazándome.
-Primero entraremos las damas de honor, con nuestros compañeros...- dijo, mirando a Alice, Bella y Rosalie- Luego irán Isabella y tú, las madrinas...
Asentí, suspirando.
Me preocupaba que Isabella no llegase a tiempo, su avión se había retrasado por mal clima en Europa... pero todo temor se desvaneció cuando salí del cuarto y me encontré con ella sonriendo.
Sus ropas eran idénticas a las mías pero de distinto color. Mi largo vestido era de color lila, como las flores en mi cabello y las vestiduras de Isabella eran de color rosa con flores a tono...

-Llegó el momento...- dijo, sonriendo con total alegría.
En el salón todos los invitados esperaban. Vampiros, metamorfos y humanos aguardaban la entradas de las novias.
Un pasillo cubierto de flores marcaba el camino hasta el altar.
Naimé estaba lista, del brazo de Jacob, su padrino. Nana entraría con Ángel.
Aitor y Dilann las esperaban ansiosos.

La música comenzó a sonar, interpretada por la prodigiosa mano de Emma y su magnífico violín. Anieli acompañaba desde el piano.

Una a una, las damas de honor entraron junto a sus parejas.
Isabella suspiró, nerviosa y comenzó a caminar por la alfombra. Esperé unos segundos y le imité, sonriente.
Llegué a la primera fila de asientos y me senté junto a Tommy, que me miraba maravillado.
Naimé y Nana entraron y todos nos levantamos de nuestros asientos para mirar su llegada.

Tommy acercó sus labios a mi oído y preguntó en susurros:
-¿Llegará algún día el momento en que seas tú la novia y ellas las madrinas?
Sonreí sin dejar de mirar a las chicas.
-Si... Algún día... Tenemos todo el tiempo del mundo... ¿o no?- respondí en murmullos.
-Si, es verdad... Si pude esperar a que aceptarás mi amor... Puedo esperar a que aceptes casarte conmigo... Seré insistente, ya verás y lograré convertirte en mi esposa...- prometió, besandome en el cuello con disimulo.
Le miré sonriente y volví mi mirada a los novios, la boda continuaba más allá de mi conversación con Tommy...
Siempre habíamos luchado en busca de luz... Y Tommy era cálido y tierno, mi sol personal, toda la luz que podía yo querer... Pero no era momento para decírselo... Ya tendríamos tiempo luego. Todo el tiempo del mundo... Ahora lo que importaba era la boda de mi hermano y mis mejores amigos.
Javier, oficiando de sacerdote, comenzó a hablar y la ceremonia prosiguió perfecta.
La alegría desbordaba por todos lados. No se podía pedir más...

1 comentario :

  1. Por muchas veces que intente no dejarme llevar, no lo consigo...
    Creo que necesitare una dosis extra de luchando...
    No se si eso sale en la legalidad, pero igualmente lo sigo deseando...^^

    Danlin, TKM!

    MAP!

    ResponderEliminar

Los blogs viven de los comentarios...
Gracias por ayudar a que el mío crezca!!!