Capítulo 23: Custodia Eterna

Pov Queila

Poder moverme según yo quisiera, sin depender de las decisiones de Hollie era una sensación liberadora en verdad.
Muchos creerían que la muerte de mis padres me afectaría, pero cuando estás del otro lado, cuando tu existencia se resume a vagabundear entre este mundo terrenal y el otro etereo, comprendes que la muerte no es muerte y que mis padres felizmente estarían cerca mío ayudándome si lo precisaba.
Saber a Damir junto a Alex y Maku me tranquilizaba bastante. Hollie estaba débil ahora y precisaba que cuidaran de ella.

Miré a Reuen entre sonrisas efímeras. No era momento para festejar nada, Bakan estaba cerca y era nuestro deber enfrentarlo. Era mi responsabilidad, en verdad, matar de una vez y por todas a ese brujo oscuro que sólo pensaba en arrasar con la humanidad.
Ya antes había logrado detenerlo, aunque no pude eliminarlo en ese entonces. Ahora, acabaría de una vez y por todas con su vida.

Pronto descubrí que la cuestión no era sólo Bakan... El problema radicaba en Karim. No podía atacar a Bakan mientras él estuviera en el cuerpo de un inocente.
Hollie lo quería, esa era otra razón que me hacía reconsiderar todo.
Al final, cuando el enemigo comenzó a caminar hacia nosotros, simplemente seguí mis instintos.
Percibí la preocupación en Reuen... No debía prestar atención a eso. Lo que yo pudiera o no sentir por él quedaba en último plano hasta tanto la guerra no acabara.
Sólo tenía ojos para Bakan y mi intención de exterminarlo. Nada más... Nada más me importaba ahora.

Ante la mirada atónita de mis compañeros, inicié camino al encuentro de Bakan. Ya tenía un plan y sabía que aunque no sería fácil, podría lograrlo.
A mi alrededor, las provocaciones invitaban a la pelea y no se precisó mucho para que estallara el enfrentamiento.
De pronto, en el centro del campo Bakan y yo nos mirábamos en silencio, mientras todos los demás ya estaban sumergidos en feroz batalla...


Pov Reuen

Me costó trabajo desviar mi mirada de Queila. Ella había decidido ir hacia Bakan y eso significaba que los demás debíamos cumplir nuestro papel enfrentándonos a los brujos oscuros que nos rodeaban.
Erzengel sonrió, le alegraba poder luchar.
Mientras, Alex, Maku y Damir cuidaban de Hollie.

Suspiré y me lancé a la pelea, al igual que todos mis compañeros.
Aún nadie había utilizado ninguna clase de conjuros, de esa forma no se perdían energías y el enfrentamiento era más sangriento... Lucha cuerpo y cuerpo o con dagas y espadas.
Una brillante hoja relumbraba violenta en la mano derecha de Erzengel, mientras en mi izquierda una katana esperaba ansiosa un poco de acción.

Eliminé fácilmente a cuanto brujo se acercó a mi posición. Mientras, Erzengel había resuelto valerse de sus poderes. Sus plumas blancas refulgían como el acero y cuando movía las alas, los enemigos que estaban cerca, caían muertos sin saber siquiera lo que sucedió.

Una enorme luz inundó el cielo y de pronto, todos en el claro nos detuvimos en nuestras posiciones... Alguien había conjurado un sello maldito y en respuesta, otro brujo había anunciado un hechizo sagrado.
La tierra comenzó a temblar bajo nuestros pies. La energía liberada por esos ataques mágicos agrietaba el suelo...
Miré a Erzengel y lo descubrí observando un punto perdido.
Lejos, Damir oficiaba de escudo cubriendo con sus alas a Maku y Alex que cuidaban de Hollie...
Una idea pasó por mis pensamientos y dudé ante cómo proceder.
¿Correría tras Queila e intentaría ayudarla o iría junto a Hollie y cuidaría una vez más de ella?
Los temblores se hicieron más fuertes...
En medio de la noche, un grito se escuchó desgarrador y lastimero.


(es breve, lo sé... Había prometido algo más cargado, pero es que me entusiasmé y preparé un super cap para el martes próximo. El final está más cerca que nunca...
Nos leemos!)