Autora: Irene Comendador
Esclavo de mis sueños
Demasiado nervioso como para conciliar mí sueño.
Un miedo profundo recorre mi cuerpo, mientras mis pensamientos desean tomarlo ya, el descanso que en los demás parece surtir efecto; en mi, causa cosas muy diferentes.
La magia esta presente en mis noches y las fantasías me revuelven fervientemente.
Pero no puedo dejar de hacerlo, no puedo dejar de dormir, no solo por el echo evidente, natural, no…. si no por otro más fuerte y devastador, el anhelo de lo deseado, el sueño, para otros inconsciente, para mi premeditado, absorbente.
Bello erizado muestra mi piel, mientras me postro en el lecho, para acudir a mi cita nocturna… y ahí esta…
Recuerdos que vienen y no se que quieren de mi, de una diosa que nunca ha estado en mi presencia real, de alguien a quien no conozco.
¿Acaso será una premonición? ¿Tal vez la llegaré a conocer? ¿Serán mis ensoñaciones un atisbo del futuro? Mi cuerpo y mente gritan afirmando.
Una señora saliendo del líquido azulado del lago, unos pasos próximos a mi delirio, una atracción demoledora succiona mi ser hacia ella.
Me molesta, me duele amarla pero más que nada, odio no poder olvidarla, no es real, gritan mis entrañas.
¿Por que este suplicio? ¿Por que destruye mi mundo cierto?
Mientras sus labios lujuriosos se acercan a los míos poco a poco, lánguidamente, aumenta la excitación de mi forma.
Necesitando con urgencia la miel de esos labios, el azúcar de esa boca, puesto que sufro de un corazón diabético.
¡¡OH!! Amor, no me dejes morir sin antes recibir tu medicina.
Explotar de dolor por el contacto, resquebrajar mi contorno para acercarme más a ti, a tu espacio, el mío. Dos cuerpos, uno mortal, otro soñado, fundidos en un solo organismo, una entidad.
Y si despierto, mátame, solo para volver a ti, solo para sentirme otra vez así, completo, autentico.
Al contacto mi piel se derrite hasta quedarme solo el esqueleto.
Tus manos recorriendo mis huesos, tus dedos dibujando mis venas, mis labios palpando tus curvas, mi rostro hundido en tu pecho, fragancia de sensualidad y erotismo, hasta llegar tan lejos que pagaremos por nuestros pecados pronto, yo pagaré por ti doblemente.
Entregado a mi sueño loco.
¿Cómo no amarla si la amo, como olvidarla si no quiero?
***
¡¡Despiadada!!, en eso te has convertido, ángel de claridad.
De eso se trata, por eso existes. Para detener mi corazón un instante y darlo por muerto después. Para subirme al nirvana y acto seguido dejarme caer.
¡¡Despiadada!!, cojéeme fuerte, no dejes que despierte tan ligero, tan breve.
Sacándome de mi paraíso para abandonarme a mi suerte, en la consciencia del día.
Te di permiso para hacer de mí ser lo que quisieras y desaprovechas esa sentencia.
¡¡Malvada!!, como odiarte y recriminarte si en tu imaginado corazón, se encuentra mi descanso, mi felicidad.
Por ultimo, mis ojos se cierran con fuerza notando el fin de mis sueños, el fin de mis momentos a tu lado, el desorden de mi pensamiento.
Despierto, sin duda en el desierto, con la calma de tu ausencia, tu lejanía.
¿Por qué no apareces? Será cierto que no eres mi ángel de luz, si no mi demonio de sufrimiento, que primero me muestra el alimento y luego me lo saquea.
¿Disfrutas con mí sufrir? ¿Te ríes de mi angustia y tormento?
Se indulgente, dame un poco de clemencia, ofréceme bondad y vuelve a mi, como aire a los pulmones del ahogado, como alimento al cuerpo del hambriento, por lo que quieras te pido, vuelve a mi pronto.
¡¡¡¡Siiii…….!!!
Y te he encontrado, me has oído, ¿escuchaste mi reclamo?
Como visión de virgen te muestras a mis ojos, como el ente que me tortura y ahora puedo probar, ¡¡te veo!!
¿Eres ahora real?
Demuéstralo, o no lo creeré de tus labios mentirosos, de tus palabras ilusorias, de tus sonrisas calumniadas.
Demuéstralo, dame la señal, dame lo que quiero, tú sabes bien que es…
Mi carne interior llora, gime, tiene lo que tanto ansiaba, tiene lo que tanto espero, la tienes toda, la tiene a ella.
No pienses que después de conseguirte, te voy a dejar desaparecer, a no, eso no ocurrirá, diste el paso definitivo y de verdad te comunico que no te será fácil.
Ya veo….. me añoras tanto como yo a ti, la alegría envenena mi pulso, juntos.
Explorare tus rincones, investigare tus fantasías, registrare todos tus poros hasta provocar tu deseo con el fin del jadeo.
Mía siempre, mía toda.
Dicen que del amor al odio tan sólo hay un paso. Tú, Irene, has conseguido plasmarlo perfectamente. Tu letras rezuman pasión.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Planeas incendiar el blog, Irene? Jajaja. Un relato muy fogoso, sin duda.
ResponderEliminarMucha suerte!! Besos!
Supongo que esto es prosa poética... Qué bonito y qué melodía. Apasionado. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarMuchísimas gracias a todos chicos, sois unos soles, es algo cortito para lo que suelo escribir, pero creo que refleja a la perfección lo que tenía en mente, me alegra que os guste, gracias por darme vuestra opinión
ResponderEliminarUn beso para todos
Lo ame Irene fue bellisimo erotico y magico como todas tus historias.
ResponderEliminarMi Ire... mi reina, cuanta pasión, odio, amor... ha estado increíble..
ResponderEliminarSabes que soy una devoradora de tus letras, y estas, me han encantado:D
Suerte mi reina:D