El puñal rasgó su carne.
Una y otra vez, incansable.
Arrancó jirones de piel y músculo, deseoso de probar el crudo sabor de la vida que robaba.
El aroma dulcemente óxido inundó su cuerpo mientras se preparaba para deleitarse con su nueva victima.
El hambre voraz lo manipulada al extremo de no disfrutar plenamente de aquel instante sublime.
Abrió sus fauces.
Cerró la mandibula con fuerza...
El primer mordisco fue el complicado, lo demás sucedió fácil, sin gloria alguna.
La bestia tenía hambre. La bestia queria comer.
Su lado humano no existía en ese momento...
(este minirelato lo escribí mientras paseaba por la exposición de Dalí que hay en mi ciudad... Magníficas obras que todos deberían conocer...
Como verán, aunque no actualizo tan a menudo como quisiera, la inspiración me persigue y escribo siempre que puedo)
Nos estamos leyendo!
me dejas sin aliento
ResponderEliminarcon este mini relato
esta estupendo.
me este tipo de generos
besos ! nos vemos
Muy bueno Erze, es importante no perder la oportunidad de aprovecharse de la inspiración siempre que se pueda.
ResponderEliminarBesos ;)
Me gustó mucho el relato @-@ una historia sobre esto quedaría genial!
ResponderEliminarUn besote:)
Es genial, la verdad. Me encanta. Tiene mucha garra y fuerza. Un beso!!
ResponderEliminarMe gusto muchísimo, demasiado crudo, casi tangible. Últimamente voy en busca de cualquier cosa que no tenga amor, ni grupitos salidos de la serie Skins, o personajes como Effy y ovejas reina (si, puse ovejas), que últimamente inundan los blogs.
ResponderEliminarSaludos
Navicore