Yo no fui de la Generación Harry Potter

Yo crecí entre libros de mitología y fantasía pura.
Yo me desviví por lograr tener, o al menos poder leer, todos los libros de J.R.R. Tolkien (El Señor de los Anillos, El Hobbit, etc).
Yo leí cuanto libro de mitos griegos, egipcios y celtas caían en mi mano, lo mismo con las leyendas de mi país y de los pueblos Maya, Azteca e Inca.
Libros sobre magos, brujas, mundos paralelos, todo lo que pasó por mis manos, lo leí sin dudarlo.



Cuando Harry Potter salió a la venta, definitivamente lo pensé para niños, algo que ya estaba perdido para mí. Además, el precio no era accesible y más lejos lo veía porque al principio llegaban en inglés y para mí, eso eran textos prohibidos o aburridos.
De verdad, nunca entendí el fanatismo extremo de ir a hacer cola durante horas para comprar un libro -mucho menos si estaba en inglés- y no sentí ningún tipo de interés por Harry Potter. Cuando pude hacerme de mis primeros libros, nunca pensé siquiera en leerlo. Lo mismo sucedió cuando los vi en la biblioteca. En cambio, llegué a leer todo tipo de libros de filosofía e historia, mientras seguía sumando libros de género fantástico de lo más variados.

Aprendí sobre la vida de buda, los helenistas, el caballo de troya, la erupción del Vesubio que sepultó a Pompeya llegó a convertirse en un sueño recurrente, de tanto que me gustaba el tema.
Para muchos, mi locura por leer, mi fanatismo por aprender de cada libro que llegaba a mí, era algo extraño. Yo saboreaba todo: el olor del papel, de la tinta, del cuero envejecido; la sensación al deslizar mis dedos por el papel; la emoción al sumergirme entre las líneas...



Nunca fui "Generación Harry Potter".
Y sin embargo, un día acepté, con ya 4 películas mostrándose en la tele, verlas en un canal que las daba en maratón...
Debo admitir que me resultaron interesantes. No como para verlas llena de entusiasmo, como veía las de "El Señor de los Anillos", pero sí lo suficiente como para querer ver las demás...
Ese mismo día leí en internet una crítica donde hablaban sobre la distancia enorme que había entre los libros y las películas HP.
Para ese entonces, piensen que ya había leído toda la saga Crepúsculo y había releído unas 15 veces la trilogía de Tolkien. La curiosidad pudo más y descargué los 7 libros de internet en formato .doc.
Basta decir que los leí en una semana... 1 libro por día! Me había fascinado de manera increíble y llegué a preguntarme porqué no me molesté antes en leer siquiera el primer libro.


Sí... no soy de la "Generación Harry Potter", pero aprendí a adorar la historia, a maravillarme con sus personajes, a llorar sus penas y reír sus alegrías. Podía imaginar cada escenario con total detalle. Las peleas transcurrían delante de mis ojos con una facilidad inigualable...

Hace apenas unos años que me interné en ese instituto donde asistían niños de todo el mundo para aprender a utilizar la magia... y me convertí en una más...
Sigo viviendo en la Tierra Media, sigo amando a los Elfos, los Dunedain y soñando con conocer un Ent...
Y sin embargo... Harry Potter se hizo un lugar en mi corazoncito y ya nunca se fue. 

Algún día me daré el gusto de comprar los 7 libros... (dicho sea de paso, también leí el libro de los animales fantásticos, jeje.)

No fui de la "Generación Harry Potter", pero me convertí en una Potteriana con todas las de la regla...
Y no me arrepiento en absoluto. Sólo fui al estreno de la última peli, (La reliquias de la Muerta parte 1), las demás las vi en la tele o alquilé los DVD. Y estoy segura de que lloraré en el final, tanto como lloré cuando leí el último libro...

El jueves ocurrió el estreno mundial... yo pienso ir la semana próxima a ver la última película. A convertirme en niña por un momento, la niña que no fui cuando leí el libro respectivo, sino la niña que supe ser al leer la saga.


Nos estamos leyendo...



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