Con el tiempo uno aprende...

• Que todo lo que vale, cuesta trabajo y esfuerzo. Sudarás y llorarás sangre, pero si lo intentas, podrás lograrlo, eso es lo importante.
• Que lo bueno, es simple y sin vueltas. Los giros y contragiros lo complican todo... o quieres o no, pero eso de dudar, no ayuda a nadie.
• Que se puede ser feliz con poco, basta saborear la vida con tranquilidad. A veces nos metemos en una carrera interminable por lograr avanzar y aumentar nuestro poder adquisitivo. Pensemos un poco, ¿de verdad eso nos hará más felices?
• Que el canto de las aves es una melodía preciosa luego de un día agotador de trabajo o estudio. Nada mejor que detenernos un momento en nuestra apresurada carrera laboral-estudiantil-familiera, para atender al mundo que nos rodea y recordar la maravilla que sentimos alguna vez al descubrir que las aves pueden cantar con maestría y nada piden a cambio.
• Que la vida es corta y siempre debemos tener a mano el "te quiero mucho" para aquellas personitas que ocupan sitio importante en nuestros corazones. Repetir esas 3 palabras varias veces al día debería ser un ejercicio obligado para hacer crecer nuestras emociones buenas.
• Que cada acción propia genera un efecto en los demás, aún cuando no lo pretendamos. Estas líneas, por ejemplo, pueden estar robándote una sonrisa ahora y yo ni enterada estaría del asunto.

Con el tiempo, uno aprende a mirar más allá de lo que puede ver, a escuchar más allá de lo que es capaz de oír, a sentir más allá de lo que puede percibir.
La vida es hermosa, aprendamos a disfrutarla.