—No puedes
dejarme sola, así como así —reclamé furiosa. Llevábamos varios días de viaje,
con el desierto como único paisaje a kilómetros en la redonda y Malik no
parecía preocupado en absoluto.
—No estarás
sola. Sabes bien que tu nuevo guardaespaldas nos espera en la Montaña del
Llanto Eterno, desde allí seguirás camino sin mí.
—Pero… no quiero
un tonto guardaespaldas. Te necesito a ti para que me cuides.
Malik se detuvo
en seco y me observó fijamente. Debió bajar la mirada varios centímetros para
encontrarse con mis ojos castaños.
—Nunca fue mi
deber cuidarte y protegerte hasta el final. Soy el Comandante en Jefe de las
fuerzas de tu padre, Blair, no lo olvides. Te acompañé solo porque tu padre lo
pidió y si el rey pide, uno le concede lo que desee —explicó acomodándose la
capucha para cubrir así sus cabellos rubios que brillaban al sol.
—Malik, nos
conocemos desde niños, sabes que no toleraré a un fortachón engreído que piense
que apenas soy un objeto que transportar bajo vigilancia.
El muchacho
sonrió ante mi réplica y levantó una ceja, gesto que siempre evidenciaba que
mantenía en secreto.
—Mira, Iome no
es ningún idiota, tampoco guarda nada de engreído. Si lo provocas, descubrirás
cuán rudo puede ser, pero en general se muestra simpático y abierto a las opiniones
distintas a la propia.
Lo miré de
reojo, mientras me arreglaba el abrigo. Llevar ropas de hombre no resultaba tan
incómodo como había creído, pero no lograba ajustar debidamente el cinturón en
torno a mi chaqueta y cuando el viento soplaba fuerte, sentía que mis huesos se
congelaban poco a poco.
—No veo razones
para confiar en él.
—Es mi amigo,
luchamos codo a codo en muchas batallas, tu padre cree que es el adecuado para
esta tarea, ¿cuántas razones más debo darte? —inquirió con tono grave.
—Ninguna —dije
ya vencida—, pero si ese tal Iome se desatiende de mí y me abandona a mi
suerte, tú serás culpable.
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Primer página que escribí y deseché al poco rato.
No quise eliminarla porque leerla me daba ideas de cómo encarar el comienzo de la historia, pero esta escena cambió por completo, ya verán cuando les muestre la obra terminada.
Hola! Ya que no voy a poder leer sobre Joaquín en mucho tiempo, me estoy entusiasmando con la historia de Iome. Veré qué nos depara a su lado ;)
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