Preveía el final desde el principio...

Pluma a pluma me desgajé.
Pluma a pluma me desangré.
Y en el fondo del mar,
al mar mismo me entregué.

Sabía que no llegarías,
 ni me rescatarías.
El mar me arrastra al fondo,
y la noche se vuelve oscura y fría.


[Camille intentó hacer un poema, pero salió algo triste y lastimero.
Joaquín no se va a sentir nada bien cuando lo lea.]



Nos leemos pronto!