-Naimé, creo que tu idea es muy buena- me dijo Aitor sonriendo.
Asentí, mientras terminaba de diagramar sobre el mapa.
-El aroma de los zorros es desconocido para todos los que nunca los han visto... Cuando los chicos aparezcan en su forma animal, intentarán retroceder, pero nosotros los tendremos cercados. Los cazadores fueron desviados y tardarán al menos un día en encontrar la ruta correcta- informé sonriendo.
Nana e Isabella se notaban más tranquilas, Danlin era todo un caso aparte.
-¿Cómo haremos cuando lleguen los cazadores? ¿Qué sucederá con los chicos?- preguntó pensativa.
-Justamente, nadie sabe de la existencia de los zorros... Ni bien termine la lucha deberán escapar, para resultar indemnes- expliqué entusiasmada- Nada les sucederá, lo garantizo.
Aitor no cabía en sí del entusiasmo ante la idea de la pelea.
-¿Sabes que ya manejo mi don por completo?- preguntó pagado de si mismo.
Lo miré emocionada.
-¡Eso es genial! Podré usar mi don contigo y así ya tendríamos cubiertas todas las apuestas- repliqué alegre.
Las chicas nos miraban en silencio, sin entender nada.
Aitor sonrió pícaramente y en un abrir y cerrar de ojos, en la habitación aparecieron otros 6 vampiros idénticos a mi amigo. Cada uno haciendo algo distinto... Él había logrado que sus dobles actúen con cierta libertad, no como meros espejos suyos.
-Wow...- dijo Danlin sorprendida- Esto es...
-Y piensen lo que sería si Naimé copia mi poder con su don- respondió Aitor.
-Entonces seríamos 17 los vampiros aptos para la lucha, los chicos tal vez ni precisen pelear- Nana hablaba movida por la esperanza de saber a salvo a su amor.
-Exacto. Será sencillo. Sólo debemos pensar cómo traerlos al punto central...- murmuró mi amigo.
-Ya lo resolví- indiqué velozmente- Dije que tenía todo planeado y así es.
Saqué de un bolso especial varias bolsas oscuras.
-¿Sangre humana?- consultó incrédula Isabella.
-Ajá- asentí- Nosotros podemos controlarnos, llevamos años en eso... Pero ellos no podrán dominarse.
-¡Muy bien!- Aitor hablaba mientras sus dobles buscaban armas de su equipaje- Tenemos 5 horas antes que arribe el grupo de carnívoros. Tenemos mucho por hacer.
Pusimos manos a la obra organizando la puerta de las carnadas, la posición de todos y el armamento necesario.
Nana e Isabella saludaron a sus novios con una pasión desmedida, nerviosas por la pronta pelea.
Danlin, en cambio, actuó como yo. Sólo nos limitamos a pedirles a los chicos que se cuidaran y no hicieran tonterías.
Sabíamos bien que cuando ellos nos vieran dejar escapar nuestro lado más salvaje, seguramente se llevarían un buen susto o desengaño. Eso incluido al hecho de que Aitor no les caía en gracia por ser hombre, complicaba un poco las cosas. Pero para ese momento, no pensábamos en esas trivialidades, sólo en nuestros enemigos...
El sol ya iba cayendo, la noche despertaba cuando sentimos sus gritos cercanos.
Los zorros los habían encontrado. Ahora, nosotros levantaríamos las fronteras que faltaban y la batalla comenzaría al fin.
Una sonrisa se dibujó en mi rostro.
Que comenzara el juego, pues...
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ay ya qiero leer la lucha!!!jajaja...Besos, nena!
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