Reuen POV
Salí tras Hollie, esperando encontrarla pronto...
Mientras caminaba, miles de recuerdos asaltaron mis pensamientos...
Aún después de 20 años, extrañaba a Queila. Anhelaba perderme en su mirada atenta cuando escuchaba mis problemas y su sonrisa dulce y tierna cuando me daba consejos... Había sido mi amiga desde el momento mismo de comenzar su entrenamiento y durante los 3 años que habíamos compartido juntos, nunca habíamos tenido ningún tipo de pelea o desacuerdo.
Queila era el sol que da vida en las mañanas frías de invierno... Y desde su partida, mi vida se había convertido en un invierno gélido y nefasto...
Ahora, sólo vivía para servir a la Orden de Liz y proteger Hollie...
A medida que vi crecer a Hollie comprobé que ella era valiente y decidida como Queila, pero nunca sería Queila... Poseían el mismo espíritu y eran dos seres totalmente distintos...
Nunca formaria con Hollie el lazo que había generado con Queila... Nunca podría...
Podía verlo... Queila nunca habría reaccionado como Hollie al escuchar mi explicación sobre su verdadero origen... Ella me habría hecho frente y hubiera cuestionado cada palabra, pero no habría huido...
Y aquí estaba yo, buscando a la humana que poseía el alma de la única mujer que había amé ... Alma que yo mismo le había dado para salvarla...
Suspiré... De repente la vida era un laberinto y no podía encontrar el camino adecuado y tampoco tenía fuerzas para seguir buscando...
No, no, no! ¿En qué estaba pensando? Yo siempre había sido el tipo de hombre duro, que no se detenía ante nada, nada me daba miedo ni me amedrentaba... Queila me había vuelto así... Ella había logrado que yo bajara toda guardia y diera lugar a los sentimientos...
Pero Queila ya no estaba... Y debía volver a ser el de antes... No podía darme el lujo de caer justo ahora...
Suspiré... En mis 85 años nunca había vivido una situación semejante. Simplemente nadie había intentado hacer lo que yo hice con el alma de Queila... Y ahora debía enfrentarme a las consecuencias... Protegía a una simple humana, una humana débil e indefensa, que podía caer enferma o morir en cualquier momento... Yo debía evitar eso a toda costa...
Si Hollie perdiera su vida un mal enorme se desataría en el mundo... Bakan recuperaría todos sus poderes y eso no era nada bueno...
De pronto, el futuro de los hechiceros, los humanos, el mundo completo, todo futuro dependía de la vida de Hollie y de mi capacidad para cuidarla.
Cerré los ojos, tratando de ubicar a la joven. No estaba lejos, sólo un par de cuadras... Pero no estaba sola. Un miembro de la Orden de las Tinieblas la observaba de cerca... Podía sentir su aura oscura y maligna.
Comencé a correr...
Cuando llegué, encontré a Hollie en el suelo, desmayada.
No presentaba ninguna herida. Nada en ella hacia pensar que había recibido un ataque... Simplemente la emoción de la situación vivida había provocado el desvanecimiento.
No había rastro del hechicero enemigo, pero no me detuve a buscarle... Estaba comenzando a llover y debía llevar a Hollie a un lugar seguro...
Regresé a la mansión con la joven en mis brazos y la dejé en un amplio sofá, recostándola con sumo cuidado.
Hollie dormía ahora, exhausta. Permanecí varios minutos observando su descanso hasta que tuve una idea... Acerqué mis manos a su rostro y las ubiqué a la altura de su sien... Cerré los ojos y comencé a proyectar cuanto recuerdo poseía sobre Queila, sus entrenamientos y la batalla contra Bakan... Tuve extremo cuidado en ocultar las escenas sentimentales, abrazos, caricias, miradas, sonrisas... Nada de eso Hollie sabría. No tenía porqué saberlo...
Durante varios minutos todo se desenvolvió tranquilamente... Hasta que Hollie despertó...
-Hola...- susurré procurando no mostrarme muy frío.
Hollie sólo me miró y asintió.
-¿Estás bien?- pregunté ante su reacción.
-Si. Debo regresar a casa... No saben que me fui. Si mis padres descubren que no estoy, se preocuparán...- su respuesta era a penas un murmullo.
Asentí y le ayudé a ponerse de pie.
Hollie se dispuso a salir por la puerta principal.
-Tengo el auto en la cochera- expliqué, mostrándole el camino.
Un flamante mercedes de color negro nos transportó hasta la casa de la joven.
Viajamos en silencio... ella ni me miraba... y yo no sabía qué hacer al respecto.
-Mañana hablamos. Necesito descansar- dijo Hollie con voz fría y bajó del auto rápidamente. Entró a su casa sin mirar atrás.
Suspiré una vez más... esta sería una larga noche... y el amanecer no traería la luz que yo esperaba...
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Wow! que triste por parte de Reuen! y Hollie, espero que acepte la custodia!!!
ResponderEliminarSube plis! que quiero saber que le contesta!
Danlin, TKM!
MAP!
el cap me gusto mucho, te quedo genial, simplemente estupendo^^
ResponderEliminarbss!
WOw! me a encanta el nuevo fic.. sabes como dejarm en la intriga vrdd? hehe espero el prox capi...ok besotes niña
ResponderEliminarAtte: Mar