Corazón roto

-Ya no te quiero…- con esa frase, tu daga surcó el espacio que nos separaba y buscó furiosa su blanco.
Nunca hubiese creído que fuera posible, nunca te pensé capaz de semejante atrocidad.
Gruñiste, saboreando mi miedo; reíste, viéndome caer.
Parpadeé, observando cómo la habitación giraba a mí alrededor y vos mirabas, sorprendido, el producto de tu fechoría.
Mi pecho abierto dejaba ver mi corazón latiendo cada vez más rápido.
Pude sentirlo, lo verifiqué con mis propias manos, tres de mis dedos entraban en el orificio…
Me rompiste el corazón, lo desgarraste tú solito…
En tu mano, el cuchillo brilla bañado en sangre.
Y es increíble, aún tengo vida para ver y sentir todo.
A mi lado, un charco rojo crece y crece.
Me rompiste el corazón, en verdad lo hiciste.
Un sabor metálico se extiende en mi boca, mientras sigues ahí, observando.
Con cada latir, mas sangre fluye, más vida pierdo.
Eres un cobarde, no te animas a darme muerte. Solo te quedas ahí, mirando.
Uno, dos, tres… los latidos ahora son más lentos, con menos fuerza.
Ya no hay fluido en mi cuerpo, ya no hay vida, ya no…






Nota: para realizar este relato tuve que valerme de una frase que utilizamos de forma figurada y dale el sentido real... adivinen la frase ;)


Create your own banner at mybannermaker.com!