sábado, 18 de diciembre de 2010

Capítulo 8: Tatuado el Deber

-No te daré todos los detalles- murmura Ian- Sólo te diré lo preciso…
Irene se cruza de brazos, impaciente.
-Antes de ser humano, antes de despertar en esta vida, fui un Ángel. Hice algo indebido, sosteniendo una postura que hoy entiendo era tonta y absurda. Me vi sumergido en una pelea y fallecí. Mi sentencia debido a lo que hice es vivir como humano, pero manteniendo mis recuerdos y algunos poderes celestiales. Puedo sentir y ver cosas…- explica el muchacho, ante la mirada sorprendida de la Cazadora.
Ian sonríe. Solo ha resumido muy por arriba lo que ocurrió en verdad. Pero es mejor no dar detalles. No aún. Tal vez nunca.
Irene asiente, luego de digerir la explicación y suspira.
-Bien. Así estamos mejor…- susurra.
-No, no lo estamos- señala Ian- No me has dicho nada de tu pasado.

Irene entrecierra los ojos.
-Bueno, haré como tú… en pocas palabras, maté a un Ángel cegada por el dolor y la furia. Mi condena es ser Cazadora…
Ian levanta una ceja, pensativo. Sabe que Irene oculta mucho detrás de esa confesión, pero no piensa seguir empujando. Ya con eso alcanza, al menos de momento.
-Vale, sigamos viaje… necesito alcanzar a Macu. Si es como dices, no me agrada nada que vaya con un Demonio…- indica Irene.
Ian acepta la propuesta y echan a correr.

Mientras el camino se extiende delante suyo sin obstáculos a la vista, Irene se sumerge en recuerdos idos. Sabe que no debe hacerlo. Sabe que recordar no trae nada bueno. Pero lo extraña. Con todas sus fuerzas, con todo su ser. 280 años no han logrado borrar el recuerdo de Joaquín. Tampoco intenta Irene olvidarlo. Y no puede… cada tatuaje se lo recuerda a cada momento. A cada instante, el deber perpetuado en su piel le grita a voces vivas el nombre de Joaquín.
Aún es de día. Cuando caiga la noche, la oscuridad perturbará y maltratará las emociones de Irene. Porque en sueños, la escena se repite una y otra vez. No puede manejarlo. Porque ella no es la única afectada y otras personas han sufrido también… su accionar ha ensombrecido no solo su vida.

Lejos, muy lejos, Aylen observa desde las sombras de su escondite a Narim, un príncipe Demonio.
Si Lucifer era el soberano absoluto, Narim es el sucesor a la corona.
Ya van tres meses. Tres meses desde que Aylen recibió la orden de vigilar a Narim. Tres meses persiguiéndolo por medio mundo, sin contacto con su Ángel tutor ni con otros Cazadores.
Según los superiores, Narim está planeando algo grande, muy grande. Aylen debe averiguar de qué va el asunto y eliminar luego al Demonio.
Ella fue elegida de entre todos por su facilidad para ocultarse. Es capaz de borrar todo rastro de su existencia. Nadie puede sentir su cercanía, a menos que ella lo desee.
Varios metros más adelante, Narim observa el horizonte. Actitudes como ésta hacen que Aylen dude. A veces, el Demonio parece un perfecto humano, alguien carente de maldad. Como cuando mira las aves volando en el cielo. Como cuando se pierde en el paisaje, como ahora mismo…

En estos tres meses lo ha visto luchar con otros Demonios, despedazarlos fácilmente, ser más bestia que ningún otro. Y también, ha observado su fascinación por el mundo que lo rodea, su emoción ante cosas tan simples como la lluvia.
Aylen suspira. Ya queda poco. Bajo sus ropas negras, su piel está casi totalmente cubierta de tatuajes.
Miles y miles de formas rojas con bordes bien definidos en negro. Diagramas perfectos, exactos, que representan a cada ser oscuro que eliminó. Sólo faltan sus manos, cuello y rostro; el resto de su cuerpo está todo dibujado.
Luego podrá vivir una vida normal. Luego podrá preocuparse por cosas triviales.
No como ahora… cuando la posible amenaza de un plan maestro por parte de los Demonios puede afectar a toda la humanidad.
La noche va cayendo… y Aylen se pregunta qué será de sus amigos, de sus colegas. Esta reclusión obligada la sofoca. Pero falta poco, en algún momento, Narim dará el paso en falso y ella podrá darle muerte de una vez.


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3 comentarios :

  1. Ando tan apurado que no tengo tiempo ni para comentarte. Me paso corriendo al siguiente ^^

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  2. Hummmmmm... así que era un ángel.. será el que mató Irene... o talvez el Caído?? , jajaj, ya estoy yo dandole la vuelta a las cosas, jaja:D

    Pobre mi Irene, cuanto sufrimiento, me gustaría saber más, quien era Joaquin y todo lo que ocurrió...

    Y ya tenemos nueva Cazadora, la cosa se pone cada vez mejor...

    Corriendo a por el siguiente:D

    kisses..

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