Irene está en viaje también, intentando hallar de paso a su amiga. Ian la acompaña de cerca.
Macu y Uriel han aprendido a no pelear tanto. El Ángel Caído enseña nuevas técnicas de pelea. Macu aprende rápido, muy rápido. También ella enseña, instruye sobre los rasgos propios de la humanidad. Uriel logra comprender a los débiles hombres. Deja de creer que son vulnerables por completo, entiende que todos los seres vivos tienen sus puntos críticos y se descubre a sí mismo en igual de condiciones desde esa perspectiva.
A veces, Macu se pregunta cuánto hay de Demonio en Uriel y cuánto queda de Ángel. Ya no escuda sus emociones, simplemente porque confía en que su compañero no se internará en sus pensamientos sin su permiso.
Uriel ha descubierto en Macu a una excelente compañera y par de batallas. Ella es como él, disfruta de pasar largos periodos de tiempo en silencio, pensando y reflexionando. De a poco, el Demonio siente que Macu cobra una importancia vital en su existencia. Se lamenta y gruñe cuando se descubre maravillado ante su sonrisa o cuando pierde el habla ante una mirada profunda de la Cazadora.
Macu, a su vez, se cuestiona mil veces porqué no existen hombres así, tan valientes, audaces y atentos como Uriel.
Él intenta mostrarse distante y frío, más no siempre lo logra. Suele dejar salir su lado amable y caballeresco cuando Macu precisa ayuda… en esos momentos, la atmosfera se carga de una extraña fuerza, semejante a la electricidad. Todo se pone tenso, como si fuertes alambres de acero unieran de alguna u otra forma a Macu y Uriel.
Pero no debe ser así. Los Cazadores no deben tener emociones. Los Demonios, (y tampoco los Ángeles), deben de estar en contacto directo con humanos o seres como Macu.
Aunque lo nieguen, las emociones nacen. Y tal como nacen, rápidamente caen en el olvido obligatorio. Ella porque atiende a su deber. Él porque no quiere pensarse más débil de, lo que sabe, puede ser.
Irene ha dejado de tener pesadillas. Poco a poco, ya no sueña con Joaquín ni nada de lo sucedido aquella lejana y funesta noche. Una contradictoria emoción la gobierna ahora. ¿Por qué ya no sueña con él? ¿Por qué no encuentra a Joaquín en sus visiones oníricas ni tiene pesadillas?
El miedo golpea fuerte. ¿Y si lo está olvidando? ¿Y si deja de recordar al amor de su vida?
Por otro lado, la cercanía de Ian la reconforta, le da ánimos. Irene se siente cómoda viajando junto a ese humano de proceder celestial, más su orgullo le impide averiguar la razón de sus sentimientos.
Entre el miedo por olvidar a Joaquín y la seguridad junto a Ian, Irene se ve perdida, confundida y termina sumergida en sus pensamientos por largas horas.
Ian observa en silencio a su compañera de viaje. Sabe que algo le sucede, pero no se atreve preguntarle a Irene la causa de su pesar.
Cada día, la Cazadora se vuelve más callada, introspectiva.
Ian no puede ver sus pensamientos en ese cuerpo débil de humano que ahora posee, simplemente aguarda hasta que ella decida abrirse y exponer lo que siente.
Va despuntado el alba cuando Macu y Uriel llegan a una nueva ciudad. Una de esas megalópolis enormes, donde habitan tantos humanos que los Demonios pasan desapercibidos y los Cazadores se mueven como sombras, exterminando sin piedad.
Están a punto de buscar dónde hospedarse cuando Macu lo siente. Uriel también se percata de esa nueva presencia…
Al doblar una esquina, Irene aparece corriendo y se lanza sobre Macu, a quien abraza con desesperada alegría.
Uriel se detiene, regresa sobre sus propios pasos, dándoles espacio a las Cazadoras.
Pocos minutos más tarde llega Ian, que camina cauteloso al sentir la esencia demoníaca de Uriel.
Irene dirige su mirada a Uriel y luego observa a su amiga.
En tanto, Macu no aparta los ojos de Ian. Algo en ese muchacho le parece conocido.
-Tú…- murmura Uriel, bufando.
-El mundo es pequeño… ya me resultaba extraño no encontrarte- replicó Ian.
Macu e Irene se miran en silencio.
Macu comprende rápidamente que Ian no es un humano común. Los recuerdos de las imágenes que le mostró Uriel despiertan en sus pensamientos…
Irene no comprende las actitudes de Ian y mucho menos del Demonio que acompaña a su amiga.
Ian y Uriel se acercan a paso lento, sin prestar atención a las mujeres. De pronto, ambos sonríen y se estrechan las manos, en un gesto fraternal. Se sumergen en una conversación sobre la vida y lo sucedido luego de lo ya sabido. Hablan en idioma angélico, dejando afuera a las Cazadoras.
Irene y Macu también entran en una charla propia de ellas. Muchas cosas tienen para decirse y más de un consejo precisan escuchar.
Aylen sigue persiguiendo a Narim. No duerme, no se alimenta, no piensa en nada más que descubrir lo que tiene planeado hacer el Demonio y darle muerte de una buena vez.
El silencio que cubre el claro donde Narim está descansando se rompe con el sonido de una voz grave, seductora.
-Cazadora, se te nota extenuada… deberías descansar.
Aylen se pone en guardia, alertada por esas frases que van dirigidas sólo a ella.
Intenta buscar con su mirada a Narim, más no lo encuentra. Gira y busca y rebusca, sin logro alguno.
Un movimiento fugaz sacude las hojas del árbol donde Aylen está haciendo guardia.
De pronto, una mano ardiente acaricia el rostro de la Cazadora.
-Ya no soporto saberte cerca y no hacer nada...
Aylen deja de respirar, sorprendida ante la presencia de Narim, que en toda su gloria de hombre perfectamente hermoso y Demonio fatal, le sonríe provocativamente.
Este capitulo del reencuentro es maravilloso mi niña, como ellas al final se cruzan y descubren que sus acompañantes son ademas amigos y conocidos, es que no se como agradecerte esta historia, te adoro mi Erzengel, y por favor mi vida perdoname no estar mas por aqui, me duele solo de saber que mi chica la tengo abandonada
ResponderEliminarque te quiero mucho
besos
Irene
Pues sí que va de encuentros el capítulo. No sé si este último será tan amigable como el primero... habrá que esperar otra vez ¬¬
ResponderEliminarGracias por darnos 3 de golpe ^^ Espero pronto la continuación Erzengel
Mm... si mi intuicion no me falla... creo saber de que se conocen Uriel y Ian... Pero me sorprende que no se hayan peleado al reencontrarse, supongo que despues de tantos anios... ya no importa.
ResponderEliminarY respecto a Aylen y Narim... me encanta esa pareja!
Danlin, TKM!
MAP!
Me encnata el personaje de Macu es perfecto la amo y genial recuentro te mando un beso y te me cuidas mucho nena. Te deseo un lindo fin de semana
ResponderEliminarAhhhhhhh... ya decía yo que se conocerían Uriel y el otro, jaja:D
ResponderEliminarHa sido hermoso este reencuentro. Tienen mucho de qué hablar y por decidir...
y este final, ufff... hombre hermoso y demonio seductor... para qué queremos más... jajaj, si no lo sabía, los malos que están buenos son mi perdición:d
kises y espero con ganas más:D
Bello reencuentro, esperemos que sea para bien.
ResponderEliminarTe dejo besos y buenos deseos para estas fiestas.
_Charo Bustos_
Leídos los capítulos del 5 a este, pero te dejo aquí mis impresiones.
ResponderEliminarCon razón Uriel resultaba un tanto sospechoso, claro, es un ángel caído y que encima mató a uno de los suyos, wow.
La atracción que se empieza a perfilar entre él y Macu me resulta fascinante, hacen una bonita pareja.
Con que Ian antes era un ángel, ¿sabes? Había pensado que se trataba del que mató Uriel, aunque viendo el encuentro entre ambos no sé que pensar.
Así que Irene también mató a un alado, lástima que no se anime todavía a contarlo todo y sepamos más sobre Joaquín.
Aylen es nueva ¿no? Y que poquito le queda para ser libre, aunque no sé yo si será capaz de lograrlo viendo la química que hay con Narim.
Por cierto, ya era hora de que las amigas se reencontraran, tenía ganas de verlas de nuevo juntas.
Besos
~Ade~