Capítulo 16: Tatuado el Deber

Irene cierra los ojos y respira profundo antes de dar respuesta a DK.
-Se supone que no estás de un lado ni otro, que fuiste creado para interferir cuando fuera necesario...- comenta, mirando fijamente al Neutro- No tenemos otra opción más que recurrir a ti.
-Aylen, otra Cazadora, apresó a Narim, el Príncipe. No piensa matarlo y no puede liberarlo... Por favor, ayúdanos- suplica Macu.
DK suspira.
-Ya sé quién es Aylen, sé porqué quiere mantener con vida a Narim y sé quién fue su padre...- el Imparcial habla lentamente- Ahora, la cuestión no pasa por si quiero o no ayudar, sino porque me expliquen porqué le han ocultado la verdad a Aylen durante tanto tiempo.
Macu e Irene se miran en silencio, preocupadas.
-Si no están dispuestas a hablar con Aylen y explicarle todo, no procederé a ayudar...- la amenaza es clara. Las Cazadoras están al borde del abismo.


-Chicas... ¿Qué hacen aquí?- cuestiona Uriel mirando sorprendido a las gemelas.
Narim gime y tiembla, presa de su apetito.
-Ay, Uriel, tú siempre igual. Ni siquiera saludas...- dice sonriendo Ade.
-Vinimos a ayudar, ¿para qué más?- agrega Mariola.
Las hermanas cargan en sus brazos grandes cajas que depositan en el suelo.
Mariola se acerca a Narim y lo observa detenidamente.
-¿Estás hambriento, verdad? Podemos resolver eso- le asegura.
Ade ya ha abierto una caja de la cual extrae varias bolsas oscuras.
-¿Cómo diablos...?- Uriel mira incrédulo a las chicas.
-Es sangre donada. La compramos antes de venir- explica Mariola encogiéndose de hombros, en tanto Ade le acerca una bolsa a Narim.
-Él debe alimentarse. Antes que devorar humanos, al menos que tome su sangre- murmura mientras el Demonio trata de incorporarse y tomar el paquete.


Macu mantiene el silencio, observando simplemente a Irene. La rubia Cazadora se muestra nerviosa y aún no es capaz de dar respuesta al pedido del Neutro.
DK se acerca a ella y le sostiene la mirada.
Irene se maravillada ante la belleza de ese hombre para nada humano. Por un momento, se pierde en su mirada plateada y hasta fantasea con la idea de probar sus labios, de gozar de sus caricias, pero recuerda que Aylen está en peligro y reacciona con brusquedad, dando un paso atrás y gritando con fuerza.
DK sonríe. Ya la tentó. Ya comprobó que ella sólo piensa en cumplir su tarea de Cazadora. Sólo precisa que prometa aclarar todo con Aylen.


-Chicas esto es peligroso. Ustedes ya terminaron su contrato, no deben estar aquí- Ian habla como si aún fuera Ángel y pudiera regañar a las ex-Cazadoras.
Ade y Mariola sonríen y cantan a coro:
-¿Y perdernos la diversión? ¡Sí, cómo no!
Uriel, en tanto, cuida de Narim, quien ya ha bebido la sangre de 10 paquetes y aún se siente hambriento.
Aylen se ha cansado ya de pedir que la dejen salir de su cuarto. El Príncipe Demonio teme por su seguridad y por eso mismo, no abre la puerta.
-¿Dónde están Macu e Irene?- pregunta Ian. Las gemelas se miran y suspiran.
-Han ido a buscar a DK...


Macu sabe que Irene está mal, que sufre ante el pedido del Imparcial. Ya ella misma ha intentando sin logro alguno convencerla, han pasado centurias sin ningún avance.
-Yo...- Irene se estremece, dolorida- Yo prometo que si liberas a Aylen y Narim, hablaré con ella y le diré todo.
-¿Se lo dirás?- inquiere Dk.
-Yo juro que ayudaré a que ella cumpla su parte, por favor, sólo ayúdanos- Macu va al frente por su amiga y DK comprueba que ninguna miente.
Aún hace falta que el Neutro acepte colaborar.


-Gracias- murmura Narim, ya repuesto y tranquilo. Una caja completa de bolsas de sangre descansa en la heladera, esperando a que el Demonio sienta hambre nuevamente.
Las gemelas sonríen y Uriel decide entonces que ya es momento de permitirle a Aylen salir de su habitación. La Cazadora también debe alimentarse...


-Está bien. Cuenten conmigo. Anularé el sello que impuso Aylen y ustedes se harán responsables de lo que haga Narim mientras esté en su compañía- explica DK- Sé que precisarán de mucha ayuda para lograr su cometido de encontrar a Elián y dar muerte a Sharem y algo me dice que Narim ayudará mucho, al igual que Ian y Uriel.
Macu e Irene sonríen ilusionadas y se disponen a partir en busca de Aylen y Narim.
El Imparcial sonríe también y mientras el portal se abre, él grita con fuerza:
-Diganle a las gemelas que pueden retomar su trabajo... Sé que ellas lo desean.
Las Cazadoras asienten y parten en viaje...


DK suspira. Recuerda a Joaquín. Recuerda su amistad sincera, las largas horas de conversaciones entusiastas. Recuerda cómo el Cazador hablaba de su hermana y su prometida, de sus sueños por un futuro feliz, lleno de amor y alegría junto a sus seres queridos.
Él no es un ser que perciba las emociones en carne propia. No fue creado para eso... Nacido en la noche de los tiempos, DK ha estado por sobre Ángeles y Demonios toda su vida, viendo que el equilibrio se mantenga estable.
En sus milenios de existencia, Joaquín fue uno de los pocos en quienes confío. El Cazador no merecía morir así. Su familia no merecía perderlo de esa manera...
Sólo por eso, el Neutro prometió ayudar a atrapar a Sharem en cuanto se anotició de la muerte de su amigo.
Suspira y prepara todo para el regreso de las Cazadoras.
Han pasado casi 300 años... Pero la promesa se mantiene en pie.


En las afueras de la ciudad, Macu e Irene recorren las vacías calles en busca de sus compañeros.
-De verdad lo harás...- aventura Macu.
-Ajá- Irene es cortante, quiere escapar del tema, Macu no piensa permitírselo.
-Entiendo tu miedo, también tu preocupación. He vivido tus dolores en carne propia. Todos estos años he intentado convencerme de que no tengo familia, que nada me ata aquí y es mentira...- sus cabellos violeta vuelan con el viento mientras corren veloces.
-Lo sé. Me he escapado demasiado tiempo...- indica Irene- Pero ya es hora. Debo enfrentar a Aylen y decirle que soy su madre. Lo prometi y lo haré...