Capítulo 33: Tatuado el Deber

-Kalum se enfrentó a Sharem, sabiendo que nuestro hermano había asesinado a su propio bebé ni bien Karol dio a luz… -relata Narim- Kalum… él no quería la misma suerte para los pequeños que esperaba Brucia. Él la amaba, amaba la idea de la familia que pronto tendría y fue eso lo que lo enfrentó a Sharem, la necesidad de saber que todos estarían a salvo.
El grupo completo escucha atento las palabras del Príncipe Demonio. Se le nota afligido, con un deje de furia contenida durante décadas que nadie llega a percibir por completo.
-Sharem se enfureció al saber las ideas que guardaba Kalum. Pelearon, pero Kalum era más rápido. Herido y todo, corrió a buscarme -Narim gime levemente al recordar ese momento-. Era mi hermano. Era el más humano de los tres, el que merecía la vida que anhelaba… y Sharem lo sabía, por eso se le enfrentó. Kalum nunca fue débil, al contrario, su fuerza radicaba en saber ser clemente con quien lo precisaba y actuar razonadamente. Si cayó, si dejó de ser un Ángel y se convirtió en un Príncipe Demonio fue por el amor que nos guardaba a Sharem y a mí.
Narim se detiene en seco. Sin darse cuenta ha estado presionando su puño sobre la mesa de la sala y una marca profunda se observa ya sobre la mesa.

-Cuando un Demonio asesina a otro, obtiene sus poderes. Kalum buscó a Narim por eso, porque pretendía legar sus fuerzas a quien fuera capaz de manejarlas con sabiduría -DK se apresura a hablar y dejar que Narim descanse por un momento-. Sharem debía ser derrocado y tarde o temprano, Narim lo lograría… Narim y los herederos de Kalum. Se le informó a Brucia lo que estaba ocurriendo. Mientras Narim procuraba mantener con vida a Kalum, yo busqué a su mujer y la conduje a un lugar secreto y oculto para todas las miradas curiosas. Brucia aceptó las consecuencias. Ella deseaba que sus hijos vivieran y crecieran, no toleraba la idea de saberlos muertos.
-Kalum estaba herido de gravedad, no había manera de sanar sus heridas. Gasté la mayor parte de mis energías en mantenerlo de este lado del plano, atrapando su alma hasta tanto llegaran DK y Brucia. Luego, todo ocurrió rápido -Narim retoma su explicación, con los ojos cerrados, concentrado en su relato-: Generamos un sello, invocamos un antiguo hechizo y dejé de luchar por la vida de mi hermano. Murió en mis brazos, con sus manos acariciando el vientre de la mujer que amaba. Kalum nunca pidió venganza, sólo rogaba que fuéramos capaces de detener a Sharem a tiempo.

Todos se mantienen atentos ante la historia que narran el Demonio y DK. Todos menos Karol. Ella grita en silencio, ruge por dentro, clamando por su pequeño, por el hijo que llevó en su vientre y perdió en manos de Sharem. ¿Por qué Sharem no podía ser como Kalum? ¿Por qué ella debía de vivir sabiendo que su hijo nunca llegaría a ser adulto como los jóvenes que el Neutro había criado?

-Llevamos adelante nuestra promesa. Narim dejó que el rumor de la muerte de Kalum por su culpa corriera libremente. Se enfrentó a quienes dudaban de él, mientras yo me hacía cargo de los gemelos. Los crié en mi propio hogar, un lugar donde nadie podía vigilarnos y donde sus poderes, si acaso salían a flote, no podían herir a nadie… -el Imparcial observa a los muchachos con tanta nostalgia que sorprende a todos. Se supone que los Neutros no sienten emociones, que no tienden la balanza hacia ningún lado. Pero DK ha pasado años completos viendo crecer y cuidando la vida de dos seres ajenos a su propia existencia. Los sentimientos de afecto y cariño, propios de un padre o tutor, han despertado en él aunque no los deseara.
-¿Por qué te viste metido en todo esto? -la pregunta de Aylen toma forma en tanto los gemelos observan a DK fijamente, alejando sus ojos muy de vez en cuando para mirar a Narim y regresar a su tutor de inmediato.
Las demás Cazadoras se estremecen pensando en Kalum. Él, que era Demonio. Él, que había sido Ángel. Él dio su vida por los seres que amaba. ¿Había redención posible para los Caídos? No todo la merecían, eso era claro, el ejemplo máximo era Sharem, cuyas maldades se reconocían en el mundo entero y Karol era una de las más afectadas. Pero tal vez algunos Demonios podían optar por cambiar su camino… tal vez.

-Narim me llamó ni bien su hermano llegó a pedirle ayuda. Me solicitó colaboración, dado que mi papel en el mundo es procurar mantener equilibrio entre los bandos. Puede que Kalum fuera Demonio al concebir a sus hijos, pero había nacido Ángel y Brucia era una Cazadora que cumplía su papel a rajatabla, más allá de su relación con Kalum. Era obvio, los niños no tendrían en su esencia maldad alguna, serían seres humanos con dotes extraordinarias gracias al legado de su padre, y aún más debido a lo que Kalum pretendía hacer -el Neutro suspira y Narim sale esta vez a corresponderle el favor.
-Brucia sigue cumpliendo su papel de Cazadora. Todos creyeron que sus hijos tuvieron una suerte similar a la del bebé de Karol y nadie nunca le ha cuestionado nada. Yo me alejé de DK, para evitar sospechas y nadie supo sobre los gemelos hasta este momento.
-Jonathan y Sebastián crecieron bajo mi cuidado, han sido entrenados en cuantas técnicas de combate conozco e, incluso, manejan sin saberlo conscientemente, estrategias de lucha propias de Demonios y Ángeles, porque cuentan con el poder para eso -agrega el Imparcial- Y… hay alguien más que sabe de ellos, pero juega de nuestro lado y por eso confié en él. Pronto llegará para colaborar en la batalla.

Narim, Uriel e Ian miran a DK con la curiosidad grabada en sus ojos.
Las Cazadoras observan, por su lado, a Karol, que sólo tiene ojos para los gemelos. Ellos son reflejo de lo que podría haber sido su hijo y por eso ella no encuentra manera de dejar de pensar en el asunto que, se supone, enterró en el pasado hace siglos.
Los gemelos… esos muchachos que nada sabían de su origen, se muestran tranquilos en demasía. Durante toda su vida han anhelado este día y ahora que lo saben todo, no tienen más que palabras de agradecimiento para DK y Narim. Desean, también, ver a su madre y conocer más sobre su padre. Pero no es momento ahora. No, ellos deben sumergirse en los preparativos del grupo y asumir el papel que les corresponde. El enfrentamiento con Sharem ocurrirá en breve y deben estar listos.

Macu desvía su mirada desde Karol hacia Uriel. Si los Demonios pueden redimirse, puede que él tenga posibilidad de cambiar.
Aylen piensa de manera similar, pero en relación a Narim. Ahora comprende porque él suele mostrar un lado nada oscuro y más bien humano en determinadas situaciones. Si tan solo Sharem guardara en su interior una pizca de la amabilidad de Narim, muy probablemente Karol hoy no lamentaría la muerte de su hijo.

El apagón de luces que ocurre en ese momento llama la atención de todos y los pone en alerta máxima.
-Ya llegaron… -murmura DK.
Narim gruñe y como respondiendo a la muda incógnita que los presentes tienen ante las palabras del Imparcial, el Príncipe Demonio agrega:
-Los Innombrables están aquí.
Uriel no puede evitar rugir, una emoción antigua, que yacía en lo más profundo de su ser despierta de improviso.
Sólo los Demonios y el Neutro saben lo que está sucediendo.
Ian siente una corriente extraña en su cuerpo, algo que no puede explicar, en tanto las Cazadoras y los gemelos intentan encontrar un rastro de luz en la habitación.
-Vamos, debemos ir a su encuentro -indica DK generando una especie de esfera luminosa entre sus manos y guiando fuera del edificio al grupo completo.
Una vez en la calle, los humanos comprenden que la ciudad completa se encuentra a oscuras… Una extraña melodía comienza a sonar en el aire. ¿Serán los Innombrables responsables también de la música?





Ahhh! quedó super extenso (trato que siempre tengan en promedio 2 páginas A4 y ahora tiene casi el doble!)
Pero se lo merecen... y estoy ansiosa por escribir el capítulo 34 ;)


Espero sus comentarios!!!