Una buena razón para estar desaparecida...

Hola, amigos!

Supongo que, quienes me visitan regularmente, habrán notado que hace ya varias semanas que ando más colgada que de costumbre.

He pasado momentos de mucha tensión, angustia y preocupación aguda.

Las últimas semanas de mayo y lo que va de junio han sido un huracán para mi familia y para mí.

Pasé casi una semana en reposo obligatorio a causa de una bronquitis y salí de casa para ir directo a la clínica, donde mi abuela debió ser internada de urgencia. Con una cirugía muy complicada, rogando por lo mejor, pasamos luego 5 días terribles, en las cuales mi abuela estaba en terapia intensiva y la familia debía soportar las mínimas visitas que nos permitían: media hora al mediodía y media hora por la tarde.

Así y todo, para sorpresa de los médicos y sus pronósticos, mi abuela se recuperó muy rápido y a sólo 10 días de la operación, ya estaba de regreso en casa. 

Desde el domingo por la tarde,  la cuestión no pasa por poder ver a mi abuela unos minutos al día, sino por turnarnos para cuidarla y brindarle lo mejor.

Así, aunque mi cabecita vuela a mil pensando diferentes historias, la realidad me obliga a atender muchas cuestiones y la preocupación sigue latente, al menos hasta que el médico me diga que ya está todo 10 puntos.

Salgo del trabajo para regresar a casa y organizar cuestiones de papelerío -visita a la oficina de la obra social, búsqueda de autorizaciones, arreglos que deben hacerse-, cuidar que mi abuela no precise nada y estar con ella.... principalmente estar con ella. No es que la vea poco, vamos, vivo en la casa de al lado y hasta hablamos por teléfono cuando salgo del trabajo, para contarle mi día a día antes de caerle de visita y seguir la charla. Pero es que he pasado muchas preocupaciones. Tuve miedo, el más grave y agudo miedo, pánico de perderla. 

Mi abuela es de esas mujeres fuertes, que ha sabido cuidar de mis hermanas y de mí mientras mi mamá trabajaba largas y agotadoras horas. Ellas son las dos mujeres que han sido ejemplo y mi abuela, principalmente, es quien más me ha empujado con el tema de escribir, de animarme a publicar mis historias, de no temer a los sueños y logros. Mi abuela es mi primer fan, quien leyó mi libro y pidió una copia para ella, con dedicatoria inclusive, quien ha festejado cada una de mis victorias... y me impulsa a ir por más. 

Ella es la razón, en estos momentos, de mi desaparición del mundo bloggeril, facebook y demás. Quiero estar con mi abuela, quiero cuidarla, ver que no le pase nada malo. Es increíble, porque nunca imaginé la posibilidad de verla lejos, saberla en otro lado que no sea junto a mí. Y estuve muy cerca de perderla. Porque el amor no sólo debe decirse, sino también demostrarse, creo que lo mejor que puedo hacer ahora es estar a su lado, acompáñándola y mimándola como le gusta.

"Soy producto de las garras y la fuerza de mujeres que me han servido de ejemplo desde la cuna...
Y más ella, que me enseñó a creer en los sueños, a soñar para alcanzar mis anhelos y a no dejarme caer nunca.
Porque cada vez que la miro preocupada, ella sabe exactamente lo que me pasa. Cuando me duele algo, incluso no estando a su lado, lo sabe y se preocupa.
Compartimos nombre, ese que prefiero aunque sea viejo, aunque parezca raro, aunque muchos ni saben escribirlo bien... y es mi orgullo, porque crió a mi mami, que es una madraza con todas las letras, porque nos crió a mis hermanas y a mí y sabe que es nuestra debilidad, porque siempre fue el abrazo listo para calmarme cuando las cosas no iban bien".

Prometo, más allá de todo, estar presente, colgar relatos en la medida que mi cabeza trabaje a la par de mis tiempos libres, y responder a cuanto mensaje, mail, comentario, étc, me dejen.

Por otro lado, a todos los amigos que sabían de estos momentos difíciles que viví, a quienes me dejaron mensajitos de ánimos y buenos deseos, les agradezco de todo corazón.

Gracias, de verdad, fue de mucho apoyo para mí. 

Ahora ya saben... ando desaparecida, pero con una buena razón.

Nos leemos pronto!