Porque si aprendí a sonreír, a divertirme, a encontrarle el lado bueno a la vida, a ser fuerte, a no dejarme pasar por arriba, a tener sueños, a luchar por lo que quiero, a anhelar un poco más, a tener esperanzas incluso en los peores momentos, a darlo todo por la gente que quiero, a ser feliz dando gracias por lo que tengo... si aprendí a ser persona, por mi mamá, que sirvió de ejemplo, que se cargó la familia al hombro y ha sido capaz -como todavía lo hace- de trabajar 20 o más horas diarias para poder llevar adelante la casa, porque no teme llorar de emoción ante cada logro, porque siempre estuvo para festejar mis victorias y consolarme con las derrotas, porque en este momento está como yo, llena de ansiedad por lo que vendrá y esperando a que suceda.
Mi mamá es mi orgullo, es la mujer que me llama o a la que llamo docenas de veces al día, nos veamos o no al poco rato, la que siempre va a estar para escucharme, la que sueña un futuro colorido para mí y mis hermanas, la que dejó parte de su vida a un lado sólo para darnos lo mejor a nosotras.
Me da orgullo, sí, mucho orgullo. Porque nunca dejó la que tiraran abajo con su manera de criarnos, siempre tuvo -y tiene!- tiempo para nosotras, porque hoy, en vez de pasarla con nosotros, está en el trabajo, poniendo el pecho a la situación y viendo de salir adelante.
Sos mi orgullo, mamá... feliz día!!!!
Gracias por haberme dado la vida, por haberme soñado, anhelado, esperado tantos años... gracias por darme a mis hermanas, por seguir educándonos aún cuando ya todas somos adultas, por soñar con los futuros nietos y planear las cosas divertidas que vas a hacer con ellos el día que lleguen.
Gracias, mami, por ser como sos!!!
Nos leemos pronto!
¡Hola Erzengel! ¿cómo estás?
ResponderEliminarY ¡wow! todo lo que has escrito me ha llegado al alma, es cierto, yo me siento de la misma forma con respecto a mi mamá. Gracias por compartir todo lo bello que escribes.
Y muy, pero muy feliz día para ella, y todas las mamás del mundo, que tienen ese espíritu inquebrantable de seguir adelante.
Adiós, y cuídate muchísimo.