Título: Lo mejor de ir es volver
Autor: Albert Espinosa
Número de páginas: 240
Editorial: Grijalbo
Sinopsis: Albert Espinosa vuelve con una bella historia sobre los recuerdos, el perdón y el amor que transcurre el 23 de abril, el día del libro y las rosas, entre la ciudad de Barcelona y las islas de Ischia y Menorca.
Tengo tantas cosas para decir de este libro, tantas emociones que
hacía tiempo no sentía al leer. En primer lugar, tengo que disculparme con
Albert Espinosa. Durante años me negué a leerlo porque sus libros eran tan
renombrados en las redes que me preocupaba que fuera como John Green. Odio
seguir modas y Espinosa fue muy renombrado. Incluso recuerdo habérmelo cruzado
en una Feria del Libro en Buenos Aires, cuando había cuadras y cuadras de
chicos esperando por sus firmas. Obras como El
mundo amarillo, Brújulas que buscan
sonrisas perdidas y Todo lo que
podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo, constituyeron libros
de los que me escapé siempre. Fui una completa idiota y necesito pedirle
disculpas al autor aunque jamás llegue a leer esta reseña.
Escribe tan lindo, tan reflexivo y emocional. Llevaba tiempo (desde
que leí El Fabricante de Muñecas, de
R.M. Romero, hace más de un año) que un libro no me hacía llorar. Con Lo mejor de ir es volver, el llanto
comenzó poco después de la mitad del libro y siguió hasta la última página.
La historia trata de Rosana, una mujer que cumple 100 años el 23 de
abril del año 2071. Vive en un mundo bastante futurista, donde los robots hacen
todas las tareas que los humanos en algún momento consideraron cotidianas y las
leyes han cambiado de manera muy significativa. Por eso mismo, al lograr Rosana
su centenario cumpleaños, accede a un beneficio llamado “Karma artificial”, que
le permite postular a tres personas que le hayan causado un verdadero daño y
luego elegir a uno de esos tres para ejecutarlo.
El libro va narrado por la propia Rosana y por Troy, el robot con
rostro de niño de 13 años que fue asignado para aplicar el karma artificial de
Rosana. A medida que avanzan los capítulos, vamos conociendo la dolorosa vida
que sobrellevó Rosana, podemos comprender su manera de pensar y sentir a partir
de lo que narra y de los tres postulados a ejecución que ella presenta. Los
motivos están más que fundamentados y genera tanto dolor leerla contar sus
razones, que dan ganas de ser Troy por un ratito y cobrarse uno la venganza tan
ansiada por Rosana.
Pero esta novela no solo va de angustias y recuerdos tristes,
también trata de valorar la vida, de saber rescatar lo bueno y aprender a
perdonar y perdonarse. Tiene frases preciosas, tan fuertes y profundas, que
hice lo que pocas veces me atrevo: marqué el libro con varias banderitas de
colores.
Es una obra breve, de poco más de 230 páginas, pero contiene tanto,
carga tantas emociones que te las transmite desde la primera página. El
desasosiego por el avance de la tecnología y la pérdida de contacto entre las
personas, los restos de una guerra mundial que lo destrozó todo y dejó el mundo
a la deriva, las reflexiones de alguien que lo vio todo en un siglo de vida y
lo repiensa desde la postura de valorar lo bueno y comprender lo malo.
Me impactó, como hacía tiempo no me sucedía. Creo que es mi primera
lectura preferida en lo que va del año y eso es mucho para mí. Nunca pensé que
me atraparía tanto una historia que parecía tan simple y breve. Y el final…
¡Dios! Ese final fue genial. Cada capítulo tiene su punto a rescatar, pero los
últimos son los más movilizantes y te hacen cuestionar muchas cosas. Ahora pienso buscar las demás obras de Espinosa y darles la
oportunidad que les negué por tanto tiempo.
Una buena pérdida vive siempre dentro de ti,y debes convivir con ella, no hay atajos.
¿Han leído algo del autor? ¡Espero sus comentarios!
¡Nos leemos pronto!
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